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miércoles, 30 de septiembre de 2020

1 DE OCTUBRE DE 2008: LA PRESIDENTA CFK EFECTÚA EL RECONOCIMIENTO PÚBLICO AL PRESIDENTE (MANDATO CUMPLIDO) RAÚL ALFONSÍN, por Daniel Chiarenza


Militantes radicales, peronistas y socialistas, jueces, religiosos, intelectuales, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo estuvieron en la Casa Rosada para rendirle homenaje al primer presidente de la restauración democrática: Raúl Alfonsín. “Esto es lo que notablemente ha cambiado a partir de 1983; no hubo ni habrá aquí más presidentes de facto”, dijo Alfonsín, sentado frente a la presidenta CFK. Un busto fue descubierto en reconocimiento a su persona. “Usted es el símbolo del retorno a la democracia”, dijo la

presidenta. El vicepresidente Julio Cobos anunció su presencia, pero prudentemente se

quedó presidiendo la sesión en el Senado.

El Salón de los Bustos estaba colmado. El gabinete nacional, el expresidente Néstor

Kirchner y varios gobernadores se ubicaron a la izquierda de Alfonsín. A su derecha, el

vicepresidente que lo acompañó en su gestión, Víctor Martínez, los jueces de la Corte

Suprema, Ricardo Lorenzetti, Enrique Petracchi, Raúl Zaffaroni y Carlos Maqueda, y gran

cantidad de dirigentes radicales. Frente a él, en primera fila, se sentó el obispo Justo

Laguna, más atrás la histórica diputada feminista radical Florentina Gómez Miranda y un

grupo de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. De pie, observaba el titular de la CGT,

Hugo Moyano, otros funcionarios y diputados de distinto signo político.

“No se sienta en la obligación de tener que dar explicaciones de esta estatua, es cierto

que es un homenaje a estos 25 años de democracia, pero también es un homenaje a

usted como persona porque llegó a presidente luego de una larga vida de militante y

dirigente político”, le dijo Cristina. Ricardo Alfonsín admitió que en un primer momento a

su padre no le convencía la idea del reconocimiento y que cambió de parecer, tras la

coincidencia con el cumplimiento de un cuarto de siglo de vida democrática. Así comenzó

la presidenta su discurso, dando cuenta del origen de ese acto. La idea se la comunicó

hace un mes, el día que fue a visitarlo a su casa mientras se recuperaba de un

tratamiento médico al que se sometió en los Estados Unidos.

“De todos los honores y privilegios que la vida me ha dado, jamás hubiera imaginado

acceder a éste que se me concede, el de presenciar la inauguración de un monumento de

mi persona. No lo hubiera imaginado, no lo hubiera permitido”, confesó el expresidente,

que fue interrumpido en varias ocasiones por aplausos y el cantito de “Alfonsín...

Alfonsín...”. Don Raúl remarcó la necesidad del diálogo y el consenso, como lo estaba

haciendo el kirchnerismo. Habló de la democracia como la vigencia de la libertad y los

derechos, pero también de la igualdad de oportunidades y la distribución equitativa de la

riqueza. “Es preciso tener la mirada puesta hacia el futuro y no hacia el pasado, porque

ello fue una expresión trágica durante décadas”, aconsejó Alfonsín, algo que con su

experiencia podía moralmente sugerir.

La presidenta recogió el guante y agregó que “en este momento, donde por fortuna

podemos estar sólidamente parados, podemos tomarnos el descanso para realmente

tener un diálogo nacional profundo y encontrar el camino de unidad nacional y

reconstrucción”. Aludió así a la crisis financiera internacional, “en un mundo donde los

viejos paradigmas se desploman y amenazan con catástrofes”.

Entre tantos políticos de primera línea se destacó la ausencia de Julio Cobos, quien no

abandonó su sillón de presidente del Senado durante el debate de la ley de movilidad

jubilatoria. En el desarrollo de la sesión, el senador radical Gerardo Morales solicitó un

cuarto intermedio para participar del acto, pero la petición fue rechazada por el jefe de la

bancada oficialista, Miguel Ángel Pichetto: “No me parece, estamos en medio de un

debate muy importante”. Aunque no fue sólo el kirchnerismo quien rechazó el pedido

radical. Adolfo Rodríguez Saá también consideró que era mejor terminar pronto con la

votación. Por esa razón entonces, tanto Morales como su compañero de banca Ernesto

Sanz y el vicepresidente continuaron en el recinto.

30 de septiembre de 1873: DÍA DEL PARTIDO DE ALMIRANTE BROWN por el prof. Daniel A. Chiarenza

 


ALMIRANTE BROWN

 

Con las estancias del siglo XVIII, empezaron a surgir los poblados o aldeas pampeanas. Fueron núcleos formados alrededor de un reducto de indios mansos (en Quilmes y Baradero), una capilla (San Isidro Labrador -1723) o un convento  (el "Rincón" de San Pedro - 1750), un fortín de fronteras (Ranchos o General Paz, cuya fundación oficial fue en 1778) o una posta del camino (Monte de los Chingolos o Ministro Rivadavia).

Allí, en Monte de los Chingolos, funcionó la posta para el descanso de los reseros.

 

Un Castillo envuelto en misterio e historias.

 

Galerías intactas, molduras onduladas, ventanales amplios, techos de pizarra, puertas de madera maciza y farolas. Un castillo de Claypole que data del 1800.

Se encuentra en el límite de Claypole y Ministro Rivadavia y forma parte del casco histórico de este segundo pueblo. Su estructura es el reflejo de un palacio veneciano del siglo XIII y está emplazado en medio de un extenso parque surcado por caminos, al mejor estilo de los paseos de la época. Estaba limitado por una combinación de muros y rejas.

También existen extraños túneles, a través de los cuales se podía transitar bajo tierra con total seguridad y, según la versión de historiadores y vecinos de la zona, permiten el acceso a las localidades de Longchamps y Burzaco.

El desconocimiento sobre la función y la ubicación exacta de todos estos caminos sub-terráneos derivó en que los habitantes de los alrededores de la antigua construcción formularan diversas “leyendas urbanas” y lo vincularan con diversas etapas y personajes de la historia argentina.

Lo cierto es que los pasadizos fueron construidos según la moda de la época, aunque se desconocen con exactitud sus trazos. Una de las hipótesis es que el Castillo, bajo tierra, tenía comunicación con la comisaría, la iglesia, la Municipalidad e incluso la estación ferroviaria. Sin embargo, todavía ninguno de estos mitos barriales fue probado.

 

 

Continuamos.

Luego de la batalla de Caseros, 3 de febrero de 1852 y mientras el entrerriano Justo José de Urquiza se manejaba desde la quinta de Rosas en Palermo, Vicente López instalaba el Gobierno Provincial en la casa urbana del Restaurador, calle San Francisco (Moreno) entre Bolívar y Representantes (Perú). Es que el viejo Fuerte (actual Casa Rosada) estaba en ruinas.

El 7 de abril de 1852, a raíz de todos estos problemas de orden político que en gran parte también lo eran de carácter jurisdiccional, se constituía el partido de Barracas al Sud (hoy le llamaríamos Avellaneda), sobre la base de los antiguos cuarteles Primero, Segundo y Tercero de Quilmes, extendiéndose en los que hoy son las comunas granbonaerenses de Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, más las localidades de Adrogué y Barrio San José (parte de lo que luego sería el partido de Almirante Brown).

Pocos días después de la batalla de Caseros, Bernardo Iturralde –quien fuera panadero de los ejércitos de Rosas- inauguraba en Monte de los Chingolos la primera panadería de la zona.

El pan de Ministro Rivadavia era una delicia, gracias a ello continúa su panadería ubicada en República Argentina y 25 de Mayo. Pero, no sólo era un reservorio alimenticio en farináceos: la carne, la leche, la miel, el agua de bomba, todo era delicioso en Ministro Rivadavia. Luego, los montes de duraznos amarillos, “priscos” o no, in-comparables... Las frutillas estaban a un paso del Almacén de Lippi (Avda. Espora y 25 de Mayo).

Glew es una de las cuatro ciudades del Distrito que tiene más de 140 años de historia. Allí fijaron sus raíces hospitalarios árboles y montes de fruta, especialmente de duraznos y ciruelas, que no sólo proveían a la región, sino también a la metrópoli. Sus fr



utos eran conocidos por el tamaño, aroma y sabor, sólo comparables con los de Ministro Rivadavia (que además, se destacaba por la frutilla).

Coincidiendo con la fecha de inauguración del Ferrocarril Sud, 14 de agosto de 1865, se oficia el punto de origen de la localidad de Burzaco, casi una década anterior a la fundación del pueblo y Partido de Almirante Brown. Fue el día que pasó el primer tren hacia Jeppener. Quien viajaba de Burzaco a Domselaar..., aparecería en las crónicas de viajeros del periodismo, como un suceso de “ida y vuelta”.

El veraneo en las quintas fue un hábito importado, tal vez una costumbre traída por los comerciantes ingleses, que, siguiendo con su inclinación de residir lejos de los lugares de trabajo, las construyeron en los suburbios de la ciudad de entonces.

Domingo F. Sarmiento, siendo embajador plenipotenciario en Estados Unidos, escribía a su amada Aurelia Vélez: Primero le solicitaba que visitaran con su padre, el Dr. Dalmacio Vélez Sársfield, los Estados Unidos para, luego reconvenirle “Pero es predicar en el desierto. ¡Se morirá de puro viejo, sin conocer sino la quinta de Adrogué, donde me parece verlo con el sombrerito al ojo!”.

Justamente, luego de la epidemia de fiebre amarilla, tomó mayor incremento esa costumbre, y Adrogué (aún antes de su fundación oficial) se constituyó en el lugar de moda con perfiles veraniegos, en competencia con Quilmes y las zonas de Belgrano, San Isidro, San Fernando, Tigre, Lomas de Zamora y San José de Flores. Los jardines de las quintas eran muchas veces trazados por los que se llamaban paisajistas europeos, porque la belleza del parque daba status al propietario.

Don Esteban Adrogué, era en aquel entonces –ya-, un antiguo vecino de lo que más tarde sería el Partido de Almirante Brown. Allí, era propietario de varias chacras ubicadas en las cercanías de los límites de Quilmes y San Vicente. Como buen pionero, don Esteban, intuyó que el ferrocarril sería el que le daría importancia a esta zona y gestionaría la creación de una estación y la formación de un Distrito diferenciado, to-mando tierras de Quilmes y San Vicente.

Pero, según los vecinos, el pueblo más antiguo de la región –y con más derechos históricos- sería Monte de los Chingolos (hoy, Ministro Rivadavia), cuyos inciertos orígenes se remontarían al siglo XVIII. La gestión antes mencionada postergaría definitivamente sus aspiraciones y por consiguiente, también, su progreso.

Por ello, don Esteban solicitó al Ferrocarril del Sud, en ese mismo 1871, la fundación de la estación sobre la línea a San Vicente, en un sitio designado especialmente para tal objeto, y a pocos metros de un flanco de la propiedad de Adrogué.

Todavía, como consecuencia de la epidemia de fiebre amarilla de ese año, mu-chas familias porteñas buscaron refugio en las afueras de la ciudad. La construcción del Hotel Las Delicias, en lo que poco después sería llamado Adrogué -en realidad, Almirante Brown-, permitió que tanto familias como parejas encontraran en él un refugio, un oasis de tranquilidad y hoy diríamos un pulmón ecológico, con buena cocina y a pasos del "Centro".

Para que se cumpliera con su sueño de fundar una estación en la línea del ferrocarril Sud, en los trenes que corrían hacia San Vicente, don Esteban Adrogué donó la tierra necesaria y la suma de $ 30.000.-, para destinarlos a los primeros gastos que originase la construcción, la cual se llevaría adelante en abril de 1872. El Directorio del Ferrocarril Sud dio a la misma la nomenclatura de Esteban Adrogué, pero para ello debió desestimar la denominación de Almirante Brown, propuesta por el donante (la egolatría de don Esteban no podía llegar a tanto); esto fue así por la circunstancia de existir ya otra estación ferroviaria con la misma denominación (en el barrio de La Boca).

El señor Adrogué encargaría al ingeniero José Canale la ejecución del diseño del pueblo, sobre las tierras vecinas a la estación. El memorable trabajo de Canale se presentó al gobierno provincial el 13 de julio de 1872, acompañado por un petitorio firmado por el mismísimo Adrogué y otros vecinos de los territorios linderos de San Vicente y Quilmes. Allí también propusieron la denominación de Almirante Brown para lo que sería un nuevo Distrito de la provincia de Buenos Aires.

Cuando aún no estaba aprobada dicha solicitud, el 29 de septiembre de 1872 se efectuaría el primer remate de 250 lotes sobre la actual Plaza Almirante Brown, se ubicaba la iglesia de San Gabriel Arcángel y la ya pensada definitiva sede municipal. La Plaza Brown, tomada como centro, sería atravesada por las dos diagonales principales (¿se habrá copiado luego la planificación de la ciudad de La Plata –fundada recién en 1882- del plano de la ciudad del arquitecto Canale?). En esta ocasión, se fletó un tren especial desde Constitución. Apenas tres días antes, -es decir, el 26 de septiembre- el gobierno provincial (Mariano Acosta, gobernador, y siendo presidente de la Nación Domingo F. Sarmiento), remitió a la Legislatura el proyecto de Ley por el cual se creaba el nuevo Partido.

El 5 de marzo de 1873 se aprobaba el plano del futuro pueblo de Almirante Brown. En esa ocasión se formó una comisión encargada de la construcción de los edificios públicos, cuyos notables integrantes fueron: Esteban Adrogué, Juan C. Molina, Ramón Hunt, Francisco Burzaco y Mariano Demaría.

El 4 de junio, y compitiendo con el trazado del flamante pueblo de Almirante Brown, también se aprobaría el trazado y fundación de un falaz “nuevo pueblo”, Ministro Rivadavia , es decir que lo único que se hizo fue darle status jurídico al antiguo pueblo de Monte de los Chingolos. Lo que ocurría que, en forma de Pilatos, el Gobierno Provincial respondía –de esta manera- a una solicitud de otro grupo de vecinos. El F.C. Sud había dispuesto allí construir una Estación. Hasta algunos aseguran que durmientes y rieles (hace poco alguien encontró un mojón con el kilometraje, que he visto) no sólo fueron trazados sino colocados y luego levantados...

El 29 de septiembre de 1873 la Legislatura bonaerense sancionaría la creación del Partido de Almirante Brown dando, de esta forma, satisfacción a la solicitud cursada por los dos grupos de vecinos (los de “Adrogué” y los de Ministro Rivadavia) –tal como ya se explicara-, pero no se especificó cual sería su cabecera, dejando la decisión en manos del Poder Ejecutivo Provincial.

Comienza una competencia que tiene como protagonistas y antagonistas a ve-cinos de ambos pueblos (Almirante Brown y Ministro Rivadavia), los que respectiva-mente impulsan construcciones; de este modo, y con la mayor celeridad, se levantarían dos escuelas (una en cada pueblo), ambas en edificios propios, una decena de locales para instalar comercios, una iglesia y numerosas casas particulares.

La Escuela que cobró más importancia, fue la instalada en Ministro Rivadavia –que fue la primera- y que luego se la denominó con el número 3 y que fuera fundada, nada menos, que por Domingo F. Sarmiento. Sería, luego, trasladada a Burzaco.

Don Esteban Adrogué, por aquellos días, pero habiendo comenzado las obras un año antes (1872), hacía construir para sus hijas –Sofía y Dolores- un elegante chalet de estilo suizo, de dos plantas, que pronto sería conocido con la denominación de “La Cucaracha” (actual Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad). La ubicación de dicho edificio histórico es el triángulo territorial comprendido entre las actuales Esteban Adrogué, Av. Espora y Diagonal Brown.

La cuestión fue que las hijas de Don Esteban se casaron y nunca habitaron aquella lujosa casona, que se convirtió –antes de la construcción del actual Palacio Municipal en Plaza Brown- en la primera y provisoria sede municipal, siendo su primer Intendente Municipal el vecino Don Ramón Hunt. “La Cucaracha” también fue Comisa-ría. Corrió el riesgo de “la piqueta” y sólo perdió la parte que hoy ocupa el Banco Macro.

El 30 de abril de 1874, finalmente, el Poder Ejecutivo Provincial dictaba un Decreto resolviendo que fuera cabecera del Partido el pueblo de Almirante Brown, relegando definitivamente el petitorio de los vecinos de Ministro Rivadavia. En ese mismo Decreto se daba el nombre de Almirante Brown al Partido, en homenaje al ilustre marino irlandés, héroe de nuestra independencia nacional.

Mariano Acosta debió dejar la Gobernación en 1874, al ser electo Vicepresidente en la fórmula que acompañó a Nicolás Avellaneda a la Presidencia de la Nación.

Con motivo de la fundación de La Plata, en noviembre de 1882, una concepción moderna y monumental se adueñó de la clase dirigente que trasuntaba en la preocupación por los espacios verdes, las calles anchas, las incontables plazas, el arbo-lado de las aceras, los bulevares con sus squares o plazoletas alargadas sobre la franja central de la calzada, los paseos públicos; además, el trazado original era susceptible de ensancharse o prolongarse. Así, La Plata reconocía un único antecedente: Adrogué (fundada 19 Kms. al sur de Buenos Aires), levantada después de 1872 como pueblo suburbano de veraneo o de fin de semana y que no respetaba la cuadrícula en manzanas tradicional. Ambas -Adrogué y La Plata- presentaban la novedad de sus diagonales.

En Ministro Rivadavia toronjas no comestibles se observaban a los costados del camino, compitiendo con la cinacina  y otros arbustos no menos agresivos... En los postes de la luz eléctrica, los “chinchiribí” y los pechos colorados, al igual que los horneros fijaban sus posesiones.

Por allá, de cuando en cuando, distanciados, los ranchos marcaban el camino de Sandoval (considerado el primer vecino de Alte Brown). Surgían entonces fincas de uno o dos pisos que serían proyectos no terminados de verdaderos castillos. No habría piscinas árabes..., pero no faltaban los tanques australianos donde, democráticamente, se introducían desde el dueño hasta el mediero...

Se faenaba en árboles o “arcos” similares a los de fútbol. Pero existía algo singular, primero la Ermita y luego la Iglesia de Nuestra Señora del Tránsito, Virgen de los troperos, que era obligada detención de quienes se introducían en la campaña...

Durante un período prolongado el histórico templo estuvo a punto de verse cubierto de hiedra. Eran los tiempos en que no había ni siquiera sacerdote.

Abriendo un paréntesis, digamos que el 4 de enero de 1884 se daría inicio jurídico al pueblo de José Mármol, en el Partido de Almirante Brown. Es la población más cercana a Adrogué. Ciudad de viejos anhelos o utopías: que se abra la vía dando fluidez a la calle Mitre, o se realice un túnel bajo nivel para tránsito de vehículos.

Uno de los más antiguos vecinos de José Mármol: el Sr. Eduardo Luis Hunt, vinculado a las raíces mismas del partido de Alte. Brown. Eduardo estaba casado con Ema Veronés, hija del Jefe de la cuadrilla que tendió las vías ferroviarias, nacida junto a las vías del tren con dos hijas, no sé cuántos nietos y cuántos bisnietos. Don Eduardo vivía ocupado en su taller de Mitre al 2200, resaltando siempre el paso del tren que llevaba a la Infanta Isabel hacia La Plata en el año del Centenario. El tranvía a caballo recorría distancias difíciles de transitar en otro medio en ese entonces.

Allí en Mármol estaba la casa de María Luisa Rocha, familiar del fundador de La Plata, ubicada junto a las vías donde se encontraba el restaurante Ferruccio. Hunt acompañaba a esta dama hasta La Plata a cumplir su labor de Inspectora de Farmacias de la Provincia.

Había una fábrica de peines que se incendió en el lugar que actualmente ocupa el Club El Fogón.

La instalación eléctrica de la vieja Iglesia de San Gabriel había sido colocada por don Eduardo Hunt. También fue alumno fundador del Colegio N° 1, entonces ubicado en Canale al 2500.

Pero hay mucho más de José Mármol: el histórico Club de Tenis, pago adoptivo del sensitivo poeta José Luis Acosta; también del “papá” del inefable Clemente: Caloi. Por esos lugares se asentó en 1820 la familia de los Molina, que junto a los Grigera o los Adrogué tienen mucho que ver con el Distrito.

Nadie olvidará al cartero Juan Ruiz. Al dinámico periodista Don Julio Arín y a los artistas hermanos Filitto.

El Hospital Vecinal Juan Mársico (recordando al “León” de José Mármol, que compartiera horas cruciales con Yrigoyen en 1930), levanta su estructura, evoluciona, por el esfuerzo de personas a las cuales le trazó la impronta del sacrificio del inolvidable Avelino Vázquez.

El 15 de abril de 1884 se inauguraba oficialmente la localidad de Claypole, en el Partido de Almirante Brown. Algunos dicen que el apellido que le dio nombre a la localidad proviene de aquellos frustrados invasores ingleses de 1806 – 1807. Pero los que más saben no coinciden, porque se trataría de un pionero docente, digno de tributo permanente. Este profesor ignoto hizo de un trozo de Alte. Brown, la base que fue formando una gran ciudad, hasta el grado que hoy es la ambicionada por foráneos (en el sentido que no nacieron allí, por más claypolenses que se sientan).

En febrero de 1886, el escultor argentino Francisco Cafferata inauguraba en Adrogué la primera estatua argentina instalada en un lugar público: la del Almirante Guillermo Brown, nominación del partido cuya cabecera también tiene el mismo nombre. La gloria quedó perpetuada en la hermosa plaza homónima. El Instituto Browniano Nacional también fue creado por el Rotary Club local y en  “Adrogué” existe una filial del mismo.

Aproximadamente en 1887, los saldos inmigratorios aumentaban como el valor de la tierra, pero no pensemos que sólo los trabajadores manuales fueron atraídos por estos lares, también vinieron profesionales. Algunos de ellos cumplieron carreras espectaculares. Tal el caso del abogado que vino a parar a estas playas luego de la derrota de la Primera República Española (1874). Nos referimos a don Rafael Calzada. Dueño de un loteo que fue el origen de una localidad del Conurbano que lleva su nombre y, además, el defensor judicial de los hijos naturales de Rosas, una causa célebre que escandalizó, en aquella década, a la vacilante e hipócrita sociedad porteña.

Rafael Calzada no era más que una Villa... Aunque tenía la mejor Estación del F.C. Sud...

No era una parada (como las otras). Era una Estación “Constitución” en peque-ño.

Una hermosa casa quinta bordeada de rejas se hallaba frente a ella: “La Celina”. Quienes usaban el ferrocarril siempre la admiraban a su paso. Incluso sin conocer a su morador ni las otras riquezas materiales y espirituales que albergaba. El voceo del guarda (que quedo guardado en un retazo de olvido), con su farol encendido y el pañuelo verde o rojo, dando la señal requerida tras el clásico campanazo del Jefe, despertaban al viajero que dormía plácidamente sentado, entonces, en confortables asientos.

Por esta época, ahora hablamos aproximadamente de 1889, comienzan a po-nerse de moda para la clase alta porteña las excursiones a las quintas de Acassuso, Adrogué, Temperley, Ramos Mejía, San Isidro y Lomas de Zamora, así como los ve-raneos en la pequeña ciudad balnearia de Mar del Plata. Estas correrías son facilitadas por el ferrocarril; ya han quedado atrás los incómodos viajes en coche o diligencia.

Al tener cerrados todos los caminos para llegar al gobierno por el ejercicio de la vía electoral con las debidas garantías de limpieza, los radicales en 1893 se lanzan a la lucha armada, para tomar –por lo menos- el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Los dos ejércitos revolucionarios, inermes hasta el momento, saldrán de su quietismo. Una revolución vía Temperley y otra vía Quilmes convergerían sobre La Plata.

VÍA TEMPERLEY: Martín Yrigoyen mete a sus radicales arriba del tren con el confesado propósito de "ganarles de mano a los mi¬tristas", pero como encontraría las vías levantadas a la altura de la estación José Mármol, en el Partido de Almirante Brown, el convoy quedaría detenido.

VÍA QUILMES: en cambio Campos llega a la estación Ringuelet, pero allí se encontraría con Ramón Falcón y sus guardias parape¬tados detrás de un terraplén, puesto que no había recibido orden de desarme. A los primeros tiros, los cívicos sor-prendidos se re¬pliegan. Falcón no los perseguirá porque, en ese momento, llegaba Del Valle en una locomotora y se lo prohibiría. Este fue el "combate" de Ringuelet.

Esta escaramuza fue la única batalla de las revoluciones bona¬erenses. Según el parte de Campos hubo 3 muertos y 15 heri¬dos. La noticia llega a José Mármol, donde habían quedado los ra¬dicales, que resuelven esperar hasta que se aclarase el pa-norama.

El 9 de agosto de 1893, Del Valle logra desarmar a Falcón, mientras los ejércitos revolucionarios -uno en Mármol, otro en Tolosa- reini¬ciaban su marcha sobre La Plata.

Por aquellos años, se cuenta, que Carlitos –nunca mejor dicho- Gardel, de la mano de su madre, doña Berta, visitaba a una familia de apellido Capot que vivía en Rosales al 2.200 de José Mármol. Dice la tradición que el “Zorzal criollo” visitaba asi-duamente la zona, donde probablemente el paisaje sirvió de inspiración para alguna de sus célebres canciones.

Pasando a aquellos carnavales finiseculares (ubicándonos aproximadamente en 1897), en los cuales la clase alta “festejaba” de una manera muy distinta a la del “popolo grosso”, como por lo general eran en febrero, la gente decente se encontraba veraneando fuera de la ciudad. Aunque muchos otros se animaban a viajar hasta Adrogué para vivenciar aquellos inolvidables momentos en el Hotel Las Delicias o en el Tigre Hotel, donde se realizaban las elegantes “tertulias de disfraces, con bailes”.

Los grandes hoteles de moda  a principios de siglo XX eran: Las Delicias de Adrogué, del cual más adelante hablaremos, y el Tigre Hotel, inaugurado justamente en 1900 sobre el río Luján y que había comenzado su proyecto y edificación en 1886, como ya se dijo. En ambos se desarrollaban grandes fiestas, llegándose hasta allí en trenes especiales. Los dos tenían sus consuetudinarios contertulios: a Las Delicias iban Carlos Pellegrini, los Martín y Herrera, González del Solar y Padilla, mientras que el Tigre Hotel era el predilecto de Jorge Newbery, Mitre, Roca, Roque Sáenz Peña y las familias de Cazón, Irigoyen, Figueroa Alcorta y Elizalde. En este último, aquel año, fue el de funcionamiento a pleno y, digamos, que su esplendor brilló durante casi tres décadas.

Burzaco, que siempre fue la ciudad más poblada del Distrito de Almirante Brown, un día vería llegar al vasco “Sardina” don Gabriel Martiren, procedente de su tambo de Florencio Varela, con un “invento”, que se jugó por primera vez en la Cancha Cerrada de la República Gaucha (en la calle Roca), sumando un nuevo deporte en el ámbito univer-sal: “la pelota a paleta”. Esa misma República Gaucha que fuera testigo de las fiestas de los hermanos Legris.

Por esos días –finales de 1906-, en los cuales los ferrocarriles recibían el gene-roso régimen jurídico otorgado a los británicos por la “Ley Mitre”, los empleados jerár-quicos de los mismos levantaban sus portentosos chalets en diversos puntos privile-giados de los suburbios: Vicente López, Munro, Banfield, Temperley, Hurlingham, Adrogué, José Mármol, etc.

También veraneaba en Adrogué el niño Jorge Luis Borges: “En aquel perdido y tranquilo laberinto de quintas, de plazas, de calles que convergían y divergían, de ja-rrones de mampostería y de quintas de rejas de fierro”. Así lo recordaba. Así fue feliz. Continuaba: “Al pensar en Adrogué, no pienso en el Adrogué actual deteriorado por el progreso, por la radiotelefonía y las motocicletas, sino en aquel perdido y tranquilo laberinto de quintas, de plazas, de calles que convergían y divergían, de jarrones de mampostería y de quintas de rejas de fierro. En cualquier lugar del mundo en que me encuentre, hasta el olor de los eucaliptos conspiran para que yo vuelva a ese Adrogué perdido que ahora sólo existe en mi memoria, y, sin duda, en tantas memorias”.

De la misma manera que Jorge Luis Borges, los vecinos de aquellos tiempos de Adrogué tampoco imaginaron en lo que se convertiría este pedazo del Gran Buenos Aires: una ciudad esplendorosa, donde se mezcla la pujanza de su comercio con la actitud semicampestre de su gente, que busca en el descanso placentero de sus calles con el aroma de la vegetación permanente que se niega a desaparecer, a pesar de alguna pretendida afectación “narizparada” de ciertos estúpidos que nunca entendieron nada.

Es que, fuera en Olivos o en Banfield, en Hurlingham o en Adrogué, en Villa Devoto o en Ramos Mejía, en Lomas de Zamora o en Tigre, la influencia del ferrocarril fue inmensa sobre esas comunidades urbanas que se desarrollaron alrededor de la estación. Viejas quintas con techos parecidos a los de las estaciones, casas de estilo inglés y los principales negocios del barrio concentrados alrededor de la estación son todavía hoy [año 2000] la muestra de lo que significó el tendido de las líneas férreas. Y volvemos a aludir al régimen generoso de aquella ley que beneficiaba a las empresas ferroviarias británicas, a las cuales también se les adjudicaron las tierras aledañas a las vías.

Los últimos tranvías terminaban con el proceso de electrificación (1908), co-menzado hacía una década, los Lacroze cerraban la etapa. Mientras los superados tranways a caballo marchaban hacia otros "lejanos" suburbios, comprados por los Mu-nicipios o entidades de fomento (Tigre, Adrogué o Turdera, son las poblaciones privi-legiadas que sienten por última vez el fatigado trote de los rocines antes de perderse, para siempre, en las negras fauces de los corralones, cual conmovedora imagen del último tango barrial) o siguieron traqueteando como acoplados de los eléctricos.

Aproximadamente en 1909, en los alrededores de la Capital, San Fernando era célebre por los burdeles. Hasta merecieron la evocación del escritor Eduardo Gudiño Kieffer: “Créeme, Peteco, yo sé lo que te digo. Vos no salís del Garden Party del hotel Las Delicias de Adrogué... y te parece que el sumum está allí, entre las niñas con las que vamos a casarnos... Mira que yo he corrido mucho, que me sé de memoria el plano de los piringundines de Buenos Aires, desde la Boca a San Fernando. (Y de todas las pupilas no hay como la Borchemiel)... Hasta te crees que es una de las niñas que veranean en Adrogué...”. La prostitución y el fabuloso negocio que conllevaba tenían límites que rozaban la política, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires, donde cada prostíbulo debía contar con la protección de las autoridades.

El 18 de julio de 1909 se fundaba oficialmente la Villa de Rafael Calzada, dentro del Partido de Almirante Brown.

El reemplazante del gobernador Ignacio Irigoyen fue el coronel José Ino¬cencio Arias, quien asumió (como era costumbre) el 1º de mayo de 1910, siendo su vicegober-nador Don Ezequiel de la Serna. Durante su gobierno se creó la Escuela Práctica de Fruticultura y Chacra Experimental de Agricultura en Dolores. Tal vez el último comentario esté relacionado con la llegada de los primeros colonos japoneses que establecieron granjas o se dedicaron a la floricultura en la zona de Burzaco.

El 10 de agosto de 1910 se fundaba el pueblo de Longchamps, dentro de los límites del Partido de Almirante Brown. Fue la partida de nacimiento de diversos hechos, tanto a ras del suelo como en el aire. Muchas veces fue sobrevolado por esa gran aviadora que fue Carola Lorenzini (aunque era habitante de San Vicente) y que terminó su existencia desplomándose en Morón, en los terrenos de la Base Aérea Militar.

En Longchamps estuvo instalado durante algunos años un famoso Hipódromo que fue el que le dio el nombre al pueblo, al tomar la denominación de su similar ubi-cado en las afueras de París. Este Hipódromo fue tan o más popular que el de Tempe-rley. Lamentablemente finalizó destrozado y quemado después del discutido fallo de la cuarta carrera de aquel nefasto domingo.

Actualmente Longchamps lleva la denominación de “Cuna de la Aviación Sud-americana”; esto es así porque el 6 de febrero de 1910 el francés Henry Bregi logró en su Aeródromo el primer vuelo controlado de aviación de Argentina y Sudamérica. También aquí estuvo ubicado el primer Autódromo.

Como se dijo más arriba, de pequeño, Gardel era asiduo visitante de Almirante Brown. Entre 1930 y 1931, volvería como artista consumado, actuando en el ex Cine Argentino. La entrada costaba dos pesos de esos difíciles tiempos en que había que “rajar los tamangos” para conseguirlos.

El Graff Zeppelin también surcaría los cielos burzaquenses. No se puede sos-layar la presencia de los soldados armados del Graff Spee (el Acorazado de Bolsillo) en Burzaco rumbo a lo desconocido, desfilando por la calle Roca ante la mirada de los incrédulos vecinos. El Carnaval chico en “La Florida”. Los 20 centavos que costaba la entrada al cine Roca.

Entre los “locos” populares de Burzaco: el “vasco de la carretilla”, el vasco “Ju-nín”, el actual “Papelito”. No se pueden olvidar las hazañas del gordo Lissi como cam-peón sudamericano de pelota a paleta. Las aventuras deportivas de Hugo Bianco, otro campeón argentino y la destreza insólita de Néstor Delguy, que jugaba atado un brazo a una pierna, con tres o cuatro contendientes, o con las manos atadas o a mano limpia, ganando siempre.

En fútbol la rivalidad inmensa entre el Burzaco Fútbol Club e Independiente. El accionar silencioso pero ascendente de “San Martín de Burzaco”.

Luego, el Club Social de Burzaco, con su tenis. El Baby Fútbol del ex club Roca con “Varelita” y los otros cebollitas. “La Enramada” se destaco en el deporte nacional del Pato.

Vivió en Burzaco el Comandante Prado, aquel que escribió La Guerra al Malón, considerado el primer libro de Alte. Brown.

Si hablamos de la geografía del barrio podemos hacer un paseo: Caminamos unas cuadras por Quintana hacia Ciudad Oculta; llegamos al Camino Real, buscamos “el Monte Sauce”, donde se cazan mixtos y jilgueros.

Por el arroyo Cappelletti había jaulones inmensos, criadero de nutrias, anguilas inmensas y bagres dorados. Allí pescaban los vecinos Juan Cima y su amigo Livio.

El proceso de sustitución de importaciones, con una incipiente industrialización, ocurrido con más potencialidad a fines de la década del ´30 y principios de la del ´40 provocó –específicamente en el Partido de Almirante Brown- el surgimiento de nuevos pueblos en sus espacios libres. Ellos fueron: San Francisco Solano, San José, Loma Verde y gran cantidad de barrios vecinos a las primeras ciudades de ese Distrito bo-naerense.

San Francisco Solano, por su dinámica comercial, se convirtió en poco tiempo en una nueva localidad de nuestro Partido. Este es un sector limítrofe con el Distrito de Quilmes.

San José se convirtió, en pocos años, de antigua chacra en población pujante, con dinámico ritmo de trabajo, crecimiento comercial acelerado –hoy, diríamos superior al gigante de otrora: Lomas de Zamora-; San José no detiene su evolución a pesar de los tiempos azarosos por los cuales atravesamos.

Entre el deslinde entre Alte. Brown y Quilmes, allá donde se hizo construir su casa el legendario Roberto Hunt aparece portentoso el territorio de San José. Tiempos de estancia, faenamiento y saladeros de carnes, de memorias esclavas y de cristiana piedad femenina atenuando los rigores tiránicos para con los que trabajan.

San José se fue levantando hasta esta realidad de hoy, pero semejante a un adolescente que creció demasiado y a quien todo le queda chico, calles y cosas, de-mandando nuevas etapas de ascenso progresista.

No hay una fecha de origen determinado. Sólo palpamos una realidad: su frac-cionamiento entre Lomas de Zamora y Alte. Brown. Su comercio es el que eleva su nivel al compás de una vida activa. ¡Y pensar que fue la hermana menor de Alte. Brown!.

Hubo otra migración interna de la cual participaron, los ahora sectores medios, ex inmigrantes o sus hijos. Por ejemplo lo genoveses de La Boca, abandonaban sus viejas casas de madera y chapa con pintorescas pinturas, para poco a poco ir adqui-riendo terrenos a lo largo de la vía ferroviaria, hacia el Sur: Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Burzaco. Y, entonces, al comenzar la década del '40, los migrantes internos reemplazaron a los xeneises. Como siempre, los antiguos habitantes resistieron a los nuevos.

Burzaco fue la primera comunidad argentina que erigió el Primer Monumento Nacional a la Bandera, mucho antes que el de Rosario (1957). Proyectado en 1938 por Claudio León Sempere, fue concluido en 1943.

Un crepúsculo del 10 de febrero de 1950, el fuego terminó con el “Castillo” del Dr. Rafael Calzada. Fue un horror. No solo la acción devastadora del fuego sino de algunos aprovechados, que aquellos objetos valiosos arrojados al jardín que se querían salvar de la catástrofe fueron tomados y saqueados con total desparpajo.

Menos mal que no era la única riqueza material y espiritual de Rafael Calzada. Está la Iglesia de “La Santísima Trinidad”, fruto del Verbo Divino, donde la Religión y la Cultura  están engarzadas, en Templo, Colegio, Terciario y un Museo de los Misioneros, único; sin contar con la modernísima Imprenta.

Y le llegó el turno de descollar también al Rugby, aunque hubo que esperar hasta el 15 de agosto de 1952. Ese día poco público, alejado a lo mejor por la amenaza de lluvia, acudió esa tarde al que parecía un partido más en la serie programada durante la estadía de la selección irlandesa. Sin embargo, los que se arriesgaron, jamás habrán de olvidar lo que vieron: el equipo Pucará de la localidad de Burzaco había logrado derrotar sorpresivamente a su calificado rival por 11 a 6. Nunca antes de había registrado un triunfo local sobre combinados de otros continentes.

Como se ha visto, la convergencia del pueblo llano y la clase media hacia los centros de reunión de la clase alta se inició lentamente en Buenos Aires y alrededores (Tigre, Delta, Adrogué, Hurlingham, etc.) y luego adquirió más ritmo e intensidad y fue ampliando su radio de acción (Mar del Plata, etc., etc.), para verse generalizado pasada la mitad de la década del ´50.

En cuanto al tema de la Salud Pública durante el gobierno del Dr. Oscar Alende, funcionaban en 1960 unidades llamadas centros de salud, unidades de acción pre-ventiva-curativa en el siguiente número: 6 en San Martín, 4 en Lanús, 4 en Quilmes, 3 en San Fernando, 3 en Lomas de Zamora, 2 en Vicente López, 2 en Tigre, 2 en Ave-llaneda y 1 en Merlo, La Matanza, Almi¬rante Brown y Berisso.

Entre 1958 y 1960, el Gobierno creó 341 nuevas escuelas pri¬marias: 3 en Ave-llaneda, 15 en Quilmes, 1 en Berazategui, 21 en Lo¬mas de Zamora, 10 en Almirante Brown, 3 en Lanús, 23 en La Ma¬tanza, 5 en Merlo, 14 en Morón, 5 en San Martín, 6 en San Isidro, 4 en San Fernando, 8 en Tigre, 8 en General Sarmiento, 15 en Moreno, 5 en Esteban Echeverría, 11 en La Plata, 6 en Berisso, 6 en Pe¬huajó, 8 en Tandil, 4 en Mar del Plata. En el Mensaje de este úl¬timo año, Alende mencionó el asom¬broso crecimiento de matrículas escolares en el Gran Buenos Aires.

En el Mensaje de 1961, el doctor Alende informaba el estado de realización del Plan de Ayuda y del Fondo Permanente de Pavi¬mentación Municipal y de Caminos pro-vinciales; obras nuevas: pavimento urbano en Lomas de Zamora, Tigre, General Sarmiento, General San Martín, La Matanza, Morón, Quilmes, Almirante Brown, Lanús. Caminos terminados: Nueve de Julio-Bolívar (tramo I), Nueve de Julio-Bolívar (tramo III), Calvo-Monte Her¬moso, Burzaco-Villa Calzada-Claypole, Barker-Ruta 74, Pilar-Escobar.

Se notaba una preocupación del Ejecutivo provin¬cial con respecto a la problemática del transporte público de pa¬sajeros. En mayo de 1961 Alende pudo anunciar que se habían acor¬dado 17 nuevas autorizaciones tendientes a aumentar las líneas, expandir el transporte en recorrido y parque y, además, que ya se habían realizado las licitaciones para establecer líneas que inter¬comunicasen: Quilmes, Sarandí, Puente Pueyrredón, Villa Alsina, Villa Industriales, Villa Diamante, Villa Caraza, Avellaneda, Lanús, Reme¬dios de Escalada, Temperley, Lomas de Zamora, Burzaco; San Fran¬cisco Solano, Villa Florida, Quilmes, Gerli, Puente Vélez Sársfield, Morón, Castelar, Los Polvorines, Puente Uriburu, Adrogué. Lomas de Zamora-Burzaco, Puente Saavedra, Munro, Vicente López, Bancalari.

La ex Plaza Espora, adoptó el nombre del Fundador “Esteban Adrogué”, al tomar descanso sus restos en el Monumento que levantara el pueblo ubicado en el centro de la Plaza. La Avda. Tomás Espora extendió entonces sus proyecciones de Adrogué a Burzaco.

En agosto de 1963, aún siendo Interventor de la provincia el general Francisco Imaz, fue aprobado el Código Alimentario de la Pro¬vincia, que modificó el bromatológico de 1949. Además, mediante un decreto, se dejó sin efecto una Ley que cedía insta-laciones del Instituto de Rehabilitación del Inválido de Adrogué a la Sociedad "Coordi-nación de Obras de Rehabilitación" (C.O.R.).

En el Mensaje de 1965, el gobernador Anselmo Marini comunicaba la puesta en funcionamiento del Instituto Técnico Pesquero, el Centro de Análisis de Investigaciones de Avellaneda, Escuela Téc¬nica Agropecuaria del Delta, Escuela Normal Técnica de La Plata e institutos tecnológicos en Junín, Berazategui, Almirante Brown.

Los viejos Institutos Superiores de Pedagogía, y entre ellos el fundacional de Bahía Blanca, habían cambiado su denominación por el de Institutos Superiores de Formación Docente -entre ellos en el N° 41 de Almirante Brown, en el Conurbano Bo-naerense, se recibió quien escribe esta obra y su señora esposa- y volviendo al de Bahía Blanca en 1978, superaba lo setecientos alumnos inscriptos, compartiéndose aún el edificio con la Escuela primaria N° 2 y con la Escuela de Educación Técnica (existía todavía el CONET) también N° 2, llamada en 1992 Escuela de Educación Media N° 6.

Siempre recorriendo caminos, los payadores sentían en estos casi actuales tiempos un renacer del interés por su arte: volvían los encuentros de contrapunto en los teatros suburbanos; el Encuentro Santosvegano; a esto se sumaba la intervención en festivales multitudinarios, como el promovido por el Canto Decuna, en fervorosa defensa de nuestra música folklórica. Luego sería el FESTICALA (Festival de la Canción Latinoamericana), al que diera impulso el Centro Cultural "Homero Manzi", en Ministro Rivadavia, Partido de Almirante Brown, al sur del Conurbano Bonaerense. En fin, un canto que no cesaría.

Casi en la actualidad, Claypole es un pueblo, cruzado por avenidas y calles fundamentales, además, por su interconexión comunal, tiene un oasis de alivio para los más sufridos, los elegidos de Dios para transcurrir en este Valle de Lágrimas su trayectoria por la vida. El Pequeño Cottolengo Don Orione, obra de los beneméritos salesianos, que civilizaron, evangelizaron y no colonizaron suelo patrio, está allí latente. Hasta le dieron el nombre a uno de los barrios hoy más populosos de Alte. Brown: Don Orione. Ya cuenta con delegación propia, pero dista mucho de tener una identidad propia.

Volviendo a Claypole, por eso aquellos hombres, con o sin sotana, pero con una cruz en el corazón grabada con amor, no limitaron su acción solidaria y altruista a “los enfermos” más extremos que se conocen, sino también a niños y jóvenes, que tienen en cada acción que los mismos despliegan, una cátedra ejemplar. 

En la década del ´80 que recién se iniciaba, surgiría explosivamente el núcleo urbano de Don Orione, en las inmediaciones de Claypole y formando parte del Partido de Almirante Brown. Esta incorporación al mencionado Municipio, aumentaría nota-blemente la población de la unidad distrital conurbanense.

La localidad de San Francisco Solano –que tiene su similar en Quilmes- aunque espiritualmente tiene su pertenencia en Alte. Brown. Hay un consenso generalizado de la comunidad que la situación jurisdiccional de esta “franja” no cambie, porque existen algunos intentos de separarlo de Alte. Brown. En realidad, desde 1983 (gobierno democrático de signo peronista), hasta la fecha se hizo mucho por retenerlo, adjudicándole hasta Delegación propia.

En cuanto a la localidad de Glew, hoy tenemos que decir... que hasta la gente de campo fue transformándose con el tiempo. Primero, hubo que deshacerse de las cinacina, y así, poco a poco, fue apareciendo la Ciudad. Sobre todo a partir de la deci-sión de cabecera terminal del ferrocarril eléctrico (1985).

La iglesia de Santa Ana, con sus viejas campanas era lo único que quebraba el proverbial silencio de Glew, sólo competido por alguna locomotora a vapor en viaje a Jeppener o de aquella estación llamada ahora Alejandro Korn (antes Empalme San Vicente).

Eran famosas las fiestas en la Sociedad Italiana, donde, a pesar del origen, el pericón nacional de los 25 de Mayo se imponía. Allí llegaban vecinos de todos lados, la mayoría de los forasteros en volantas o diligencias y otros a caballo. Raúl Soldi, el pintor de nivel internacional, fue un día en busca de paz y halló su inspiración. Y pintó los muros del templo ante la mirada de creyentes y no creyentes...

La localidad que hoy se denomina Malvinas Argentinas, hasta hacía unos años a este territorio, poco poblado en su momento, se lo denominaba Loma Verde. Se llegaba a él por la continuación de la Avda. Seguí, que pasando la Avda. H. Yrigoyen recibe el nombre de Capitán Moyano. Antes se lo conocía como camino de “La Colorada” y era la arteria comunicante con el Partido de Esteban Echeverría. Hoy es un centro poblacional que por su importancia es considerado una localidad, con Delegación propia, y no ya un apéndice de Adrogué. En la Plaza se encuentra el Monumento al Soldado Anónimo de Malvinas, realizado en metal por el equipo del Museo Sempere de Burzaco que dirige el artista Oscar Rivera.

Hoy la otra localidad de Almirante Brown, Ministro Rivadavia, es la reserva eco-lógica más importante de la zona. Y los porteños que quieren conocer el campo de la pampa húmeda y sus bondades no tienen más que acercarse a la Granja de Don Vitale o a la de Don Mario y disfrutar de un asado y un día de campo inolvidable.

 En 1988 en los partidos del Gran Buenos Aires, denominémoslos del tipo 1 (partidos de Almirante Brown -ya con predominio de Jorge Villaverde-, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Florencio Varela, General San Martín, General Sar-miento, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Merlo, Morón, Moreno, Quilmes, San Fernando, San Isidro, Tigre, Tres de Febrero y Vicente López). En ese universo los hogares que sufrían Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) eran del 20,7 %. En cambio, en los partidos del Gran Buenos Aires, que podemos encuadrar dentro del grupo 2, comprendido por Almirante Brown, Berazategui, Esteban Echeverría, General Sarmiento, Florencio Varela, La Matanza, Merlo, Moreno, San Fernando y Tigre, las NBI ascendían al 29,9 %.

En 1991 se realizaría el censo nacional. Hasta ese momento los partidos que integraban el Gran Buenos Aires eran 19: Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Florencio Varela, General San Martín, General Sarmiento, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Merlo, Moreno, Morón, Quilmes, San Fernando, San Isidro, Tigre, Tres de Febrero y Vicente López. (Éstos coinciden con los del grupo 1 del Gran Buenos Aires, cuando damos los porcentuales de NBI).

El 1° de mayo de 1994, se ve materializado un sueño largamente acariciado en un barrio de la localidad de Burzaco, partido de Almirante Brown. Es inaugurada la Capilla de San Cayetano por el obispo diocesano de Lomas de Zamora, Monseñor Desiderio Collino, siendo su primer Presbítero el padre Carlos Catani. Nadie mejor que él para ocupar tal misión, pues se trata de un “cura obrero”. La piedra fundamental de la Capilla había sido colocada el 10 de noviembre de 1968, en el mismo lugar donde está emplazada, Provincia de Buenos Aires y Sempere de Burzaco.

Durante la primera gestión del gobernador Duhalde (1991-1995) la construcción, ampliación, refacción y equipamiento de hospitales y unidades sanitarias incrementaron en 1.170 camas la capacidad de internación. Continuando con la inauguración de hospitales en el Conurbano, el primero que se puso al servicio de los vecinos fue Mi Pueblo, de Florencio Varela; luego, el Evita Pueblo, de Berazategui y el Gobernador Mercante, de José C. Paz. Estaban a punto de ponerse en marcha, con todas las especialidades, el Arturo Oñativia de Almirante Brown, el de Merlo y el de Tres de Febrero. Estaban en construcción los hospitales Mariano y Luciano de la Vega de Mo-reno y el del nuevo distrito de Presidente Perón.

Hasta aquel 31 de diciembre de 1995 las líneas en servicio telefónico en el sec-tor socio geográfico llamado AMBA, es decir el Área Múltiple Buenos Aires que com-prende la Ciudad de Buenos Aires y los partidos de Almirante Brown, Esteban Echeve-rría, Malvinas Argentinas, San Miguel, José C. Paz, Lomas de Zamora, San Fernando, Tres de Febrero, Avellaneda, Florencio Varela, La Matanza (cobertura parcial), Morón, Ituzaingó, Hurlingham, San Isidro, Vicente López, Berazategui (cobertura parcial), Ge-neral San Martín, Lanús, Quilmes, Tigre (cobertura parcial) eran 2.852.255.

En 1997 el campeón de Primera "C" fue Berazategui, aunque en el reducido se impuso para ascender Brown de Adrogué (conocido por el "Trico"); mientras que descendieron a la "D": Argentino de Merlo y Central Ballester. El campeón de la Primera "D" fue Claypole. En cambio el Club Fénix de Pilar, perdía su afiliación al fútbol profe-sional en la A.F.A. y el Club Atlas de General Rodríguez fue reafiliado a la Primera "D".

En Rugby, el 28 de septiembre de 1997, en el field de Pucará en Burzaco, dis-putándose la categoría Seven menores-19, el SIC A (San Isidro Club A) derrotó al CASI A (Club Atlético San Isidro A de Acassuso).

El 28 de octubre de 1997, el horror se transformó -por fin- en castigo en la Sala 1ª de la Cámara Penal de Lomas de Zamora, cuando el matrimonio de "bajos instintos" formado por Pablo Álvarez -de 39 años de edad- y Mónica Eva Fernández -de 30 años- fue condenado a reclusión perpetua por torturar a sus hijas mellizas, hasta llegar a matar a una de ellas. La abuela materna de las víctimas, Vicenta Godoy, de 53 años, que vivía al lado de la casa de Claypole, en el partido de Almirante Brown, también fue condenada por "abandono de persona agravado por muerte" y por "abandono de per-sona en detrimento de la salud de la víctima". Esta doméstica y maléfica historia policial da verdaderos escalofríos.

El 1° de junio de 1995, y a partir de una denuncia policial, se había descubierto que esta malvada pareja, que tenía otros tres hijos a los cuales, al parecer, trataba bien, torturaba inexplicablemente a la mellicitas que en 1997 hubieran cumplido seis años. A consecuencia de ese maltrato insólito y persistente una de ellas, María Delfina falleció. Cuando las encontraron, las niñitas estaban atadas a la cama embebidas en su propia materia fecal. El cadáver de la malograda María Delfina estaba envuelto en una toalla. Los cuerpecitos de ambas, la que se encontraba viva y la muerta, estaban llenos de quemaduras de cigarrillos. Pesaban menos de 10 kilos.

La incalificable madre pidió perdón y dijo que "lo había hecho porque no podía controlarlas". Pero los jueces (¡menos mal!), esta vez, no escucharon ninguna excusa. Concluyeron que el maltrato a las pequeñas era similar a los que habían realizado los nazis en hospitales de Alemania. Por supuesto que también, a los monstruosos padres, les quitaron la potestad de sus otros hijos y el poder sobre sus bienes.

Por Ley 12.264 sancionada por el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires se instituyó el nombre de Ciudad de Adrogué a la que hasta ese momento se la denominaba Ciudad de Almirante Brown, en el partido, sí, del mismo nombre. Esta ley está fechada el veintinueve de diciembre de mil novecientos noventa y ocho.

Informaba el suplemento SurUrbano del Diario Popular del 28 de mayo de 2013: “San Francisco de Asís es el nombre de la nueva localidad de Almirante Brown, que conforman el populoso complejo habitacional de Don Orione y otros barrios de la periferia de Claypole y Burzaco.

“La iniciativa, de la edil oficialista Norma Warrel, fue aprobada por unanimidad por el Concejo Deliberante browniano y fue bendecida por el papa Francisco [Jorge Bergoglio].

“El área, habitada por unas 70 mil almas, está conformada por los barrios Liber-tad, Suterh I y II, Som, Vipermu, y el Castillo, El Cerrito, Don Orione Viejo, Martín Fierro, La Ester y Las Latitas, además del mencionado complejo.

“La Elección del nombre del “poverello de Asís” se debe a la relevancia religiosa del lugar, especialmente por la obra que desplegó Don Orione en toda esa zona.

“La fecha oficial de celebración del aniversario de la flamante localidad será los 29 de agosto, en conmemoración a la llegada del corazón de Don Orione al país.

“El complejo habitacional Don Orione será el corazón de la nueva ciudad y aunque se han alcanzado algunos logros, como el de regularización de las escrituras, toda esta zona continúa sufriendo serias carencias en materia de desarrollo urbano, de ordenamiento territorial o de infraestructura sanitaria.

“La seguridad es otra de las preocupaciones de quienes hace años residen en ese marginado límite del distrito”.

 

 

Historia

A mediados del siglo XIX, las tierras que hoy forman el Partido de Almirante Brown eran una región de quintas y estancias destinadas a la recreación de las familias más pudientes, a la producción de alimentos en granjas o cría de ganado vacuno y ovino. Las industrias se incorporaron muy posteriormente como consecuencia de la manufactura de los elementos que se producían.

 

La vida social estaba centrada en el culto católico, centro de reunión de las fa-milias de la época. Por este motivo los templos fueron casi siempre las primeras edifi-caciones que se realizaron en común, con el aporte de los pobladores, teniendo su origen en algún tipo de oratorio o capilla particular.

 

Corría el año 1871 cuando el comerciante don Esteban Adrogué, donó las tierras ubicadas en esa extensión verde con rutas de tierra cercana a los límites de Quilmes, San Vicente y “El Pueblo de la Paz” (actual Partido de Lomas de Zamora) para que se concretará la creación de una estación ferroviaria cercana a su famoso Hotel “La Delicia” y a las chacras que tenía en la zona. Hasta el momento, los medios de transporte de la época eran el caballo y la carreta.

 

Con la inauguración de la estación de dos andenes sobre la línea a San Vicente del Ferrocarril del Sud y la puesta en funcionamiento del servicio expreso entre las estaciones de Constitución y Adrogué aquel 29 de septiembre de 1872, el distinguido comerciante vio concretado sólo el primer paso de su ambicioso proyecto que dio im-pulso a toda esta región.

 

Pero todavía faltaba lo que Esteban Adrogué siempre había soñado: la traza de un pueblo junto a la estación y la fundación de un Partido. José Canale fue el arquitecto italiano contratado para la realización de los planos de la ciudad. José, junto a su padre Nicolás, plasmaron con precisión el arte arquitectónico de vanguardia de la época. Por eso, la ciudad de Adrogué se caracteriza por sus diagonales, plazas y bulevares. Esto alteró el tradicional modelo español y sirvió como antecedente para la fundación de la ciudad de La Plata.

 

Finalmente, el 30 de septiembre de 1873 se emitió la ley provincial № 856 por la cual quedaba establecido el Partido de Almirante Brown. Su nombre había sido de-signado en honor al almirante Guillermo Brown, héroe de la marina argentina en la guerra contra Brasil en 1826.

 

Sin embargo, no se definió entonces la ciudad cabecera, dado que a pesar de las tratativas de Adrogué, hasta el momento “Paraje Monte de los Chingolos” (actual localidad de Ministro Rivadavia) había sido la cuna de la civilización en la zona, por lo que ambos pueblos se disputaban ese lugar.

 

Este deseo de convertirse en la ciudad cabecera del flamante Partido, promovió la construcción de numerosos edificios públicos y viviendas. Canale también diseñó, a pedido del renombrado comerciante, los tres principales edificios públicos: la escuela, la iglesia y el edificio municipal. La Escuela N° 1 fue la primera en construirse y se inauguró en marzo de 1874, ese mismo año se resolvió por decreto que Adrogué sería la principal localidad del Distrito. Luego abrió sus puertas la Iglesia San Gabriel Arcángel, el 6 de enero de 1878. Por último, fue inaugurado el Palacio Municipal en 1882. Hasta ese momento, las autoridades había instalado sus oficinas en el edificio conocido como “La Cucaracha”.

 

En la evolución de la dependencia del Virreinato del Río de la Plata hasta cons-tituirse en un Municipio propio del sistema democrático, la Municipalidad comenzó a funcionar como un cuerpo colegiado, de tres a cinco miembros con funciones judiciales y policiales, hasta llegar al cargo unipersonal de Intendente. El primer intendente del distrito fue Ramón Hunt.

 

 

Política

Concejo Deliberante de Almirante Brown

 

Composición del Concejo Deliberante de Almirante Brown. Ciclo 2017-2019:

     Unidad Ciudadana: 14 bancas

     Cambiemos: 8 bancas

     Frente Renovador - Massa Presidente: 1 banca

     1Pais Brown Argentina:1 banca

Actualmente el Concejo Deliberante de Almirante Brown está conformado por 24 concejales.4

 

Intendentes de Almirante Brown desde 1983

Mandato         Intendente       Partido

1983-1987      Felix Flores     Partido Justicialista

1987-1995      Jorge Villaverde

1995-2003      Hebe Maruco

2003-2007      Manuel Rodríguez

2007-2013      Darío Giustozzi

2013-2015      Daniel Bolettieri

2015-2023      Mariano Cascallares

Toponimia

 

Almirante Guillermo Brown (miniatura de Henry Hervè, 1825).

El partido de Almirante Brown lleva su nombre en homenaje al Almirante Gui-llermo Brown, militar argentino nacido en Irlanda, considerado el Padre de la Armada Argentina. El municipio de Brown, tiene su actual nombre como consecuencia de la creación del partido. La actual ciudad cabecera, Adrogué, antiguamente llevaba el nombre de Almirante Brown, el cual al crearse el partido pasó a ser la denominación a la nueva agrupación de localidades. El deseo de convertir Adrogué en la ciudad cabecera, promovió la construcción de numerosos edificios públicos. La ciudad de Adrogué se caracteriza por sus diagonales, plazas y bulevares, cuyos planos fueron realizados por José Canale y su padre Nicolás.

 

Características

El partido de Almirante Brown tiene una extensión de 12.933 ha, es decir 129,33 km², de los cuales el 65 % corresponde a la zona urbana y el resto corresponde al área rural/industrial. Está situado en el sur del Gran Buenos Aires, en el noreste de la Provincia de Buenos Aires y limita al norte con Lomas de Zamora, al este con Quilmes y Florencio Varela, al sur con Presidente Perón, y al oeste con Esteban Echeverría.

 

Su relieve es el de una llanura con ondulaciones leves, con suelos aptos para actividades agrícolas.

 

Geografía

Está constituido por tierras denominadas llanos, carentes de formaciones ele-vadas notorias. Pertenece al área de la Pampa Ondulada. Sus tierras son aptas para el cultivo agrícola y la cría de ganado.

 

El suelo, es rico en minerales y en materia orgánica, y las napas se encuentran a poca distancia de la superficie, lo que facilita la extracción de agua.

 

En sus orígenes las aguas eran aptas para el consumo humano, pero debido al constante crecimiento de la población fueron contaminándose, quedando solo algunas regiones con aguas puras.

 

Está surcado por los arroyos Del Rey, San Francisco, Las Piedras y Las Perdi-ces.

 

Clima

[cita requerida]

 

La temperatura media es de 17,5 C°

La humedad media ambiente es del 74 %.

Los vientos no superan los 60 km/h

Sismicidad

La región responde a la «subfalla del río Paraná», y a la «subfalla del río de la Plata», con sismicidad baja; y su última expresión se produjo el 5 de junio de 1888 (132 años) de silencio sísmico), a las 3.20 UTC-3, con una magnitud probable, de 5,0 en la escala de Richter (terremoto del Río de la Plata de 1888).5

 

Regiones

Posee tres regiones bien diferenciadas:

 

Urbana: donde se concentra la mayor parte de su población

Rural: ubicada en el sector sur de la localidad de Ministro Rivadavia

Industrial: denominada Parque industrial, ubicado en la localidad de Burzaco

Demografía

Según datos del Censo 2010, era el cuarto partido más poblado del Gran Buenos Aires, tras La Matanza, Lomas de Zamora y Quilmes.

 

Evolución poblacional del partido de Almirante Brown según los distintos censos de población y variación intercensal en porcentaje6

1869    1881    1895    1914    1947    1960    1970    1980    1991    2001    2010

Población        -7         2.772   5.738   14.094 39.700 136.924           245.017           331.919           450.698            515.556           552.902

Variación        -           -           +206,99%       +145,62%       +181,68%       +244,89%       +78,94%         +35,46%            +35,78%         +14,39%         +7,24%

Hogares con necesidades básicas insatisfechas

Según el censo de 2010 realizado por el INDEC en el partido de Almirante Brown hay 21.780 hogares con las necesidades básicas insatisfechas lo que representa el 16,3% del total de los hogares de dicho partido.

 

Creación y Elección de su Bandera

 

Bandera del Partido de Almirante Brown.

En el año del bicentenario de la creación de la Bandera Nacional Argentina (2013), el gobierno municipal de Almirante Brown invitó a todos los vecinos de su co-munidad a formar parte del programa “Esta es mi bandera”, una convocatoria de parti-cipación abierta para que juntos crearan la bandera del distrito. La propuesta consistió en lograr el mayor intercambio posible sin convertirla en una competencia o concurso, para llegar luego a una síntesis a partir de las ideas seleccionadas. Esta colaboración originó un hecho histórico en la vida de cada habitante y en la vida de este distrito dado que este es el símbolo que los representa en el presente. La Municipalidad invitó a toda la población a unirse a este proyecto, convocando a las escuelas, asociaciones civiles y clubes para su promoción y difusión en todo el partido de Almirante Brown. El día 19 de septiembre se eligió una de las más de 2.000 propuestas recibidas, aunque se aclaró que no se escogió un boceto en especial, si no que se trató de unificar las propuestas para llegar al resultado final.

La elección estuvo a cargo del ex intendente municipal Darío Giustozzi (en ese entonces diputado nacional por el Frente Renovador). La bandera fue presentada ofi-cialmente el 30 de septiembre, en coincidencia con el aniversario del municipio, fue izada por primera vez y se describió el por qué de los colores y elementos utilizados en su diseño. Por otro lado, las propuestas seleccionadas como finalistas fueron exhibidas en la Casa de la Cultura a partir de octubre.

Las estrellas representan a las localidades que conforman el municipio: Adrogué, Burzaco, Calzada, Claypole, Don Orione, Glew, Longchamps, Malvinas Argentinas, Mármol, Ministro Rivadavia, y San José.

 

División del partido

En el Municipio de Almirante Brown hay una propuesta de división para la crea-ción de un nuevo distrito que llevaría el nombre de "Altos de Tránsito" y abarcaría las localidades de Glew, Ministro Rivadavia y Longchamps. El proyecto late en Almirante Brown desde el año 2000 y tiene un expediente que reúne más de 1.300 páginas con los argumentos que sostienen la necesidad de dividir el distrito. El proyecto no ha prosperado por dividir las partes más acaudalas de Almirante Brown de las menos pudientes. 89

 

Profesor DANIEL ALBERTO CHIARENZA

martes, 29 de septiembre de 2020

30 DE SEPTIEMBRE DE 1973: EL CLUB A. HURACÁN, DE PARQUE PATRICIOS, SE CONSAGRA CAMPEÓN DEL METROPOLITANO DE FÚTBOL por Daniel Chiarenza


El llamado Torneo Metropolitano 1973 fue el primero de los dos disputados ese año, organizados por la Asociación del Fútbol Argentino, en lo que constituyó la 43ª temporada de la era profesional de la Primera División. Se disputó entre el 2 de marzo y el 30 de septiembre, en dos rondas, por el sistema de todos contra todos.

Desde el comienzo del certamen se fue insinuando la capacidad de Huracán, que se convirtió en el mejor equipo del año a favor de la excelente actuación de sus delanteros y de la notoria mediocridad de los equipos más señalados para ocupar los primeros

puestos.

No obstante la reñida disputa del primer puesto, fue notoria la indiferencia del público,

registrándose una merma en la venta de entradas. Pese a una vertical declinación de

Huracán, originada por la ausencia de alguno de sus principales jugadores, el equipo de

Parque Patricios no sólo mantuvo el liderazgo, sino que sacó una amplia ventaja,

reveladora de la escasa capacidad de los restantes equipos.

De tal modo, logró la popular entidad un campeonato después de 45 años, cuando aún

militaban en el amateurismo, sin conseguirlo.

El Club Atlético Huracán se coronó campeón por quinta vez en su historia y por primera

vez en el profesionalismo, bajo la dirección técnica de César Luis Menotti, el que, según

un amplio espectro de la prensa especializada, conformó un equipo que hizo historia en el

fútbol argentino, con un juego de alto vuelo, notablemente vistoso, brillante y efectivo,

sobre todo en la primera rueda del torneo, y se consagró dos fechas antes de la

finalización del mismo, a pesar de perder por 2 a 1, de local, contra el Club de Gimnasia y

Esgrima La Plata.

Con ese logro, fue el primer ganador de un Torneo Metropolitano clasificado directamente

a la Copa Libertadores junto al campeón del Campeonato Nacional, el Club Atlético

Rosario Central.

Por otra parte, no se establecieron descensos, y clasificaron al próximo Torneo Nacional

todos los equipos que tomaron parte del certamen.

En ese mismo sentido, el Campeonato Metropolitano de 1973 fue otra expresión de la

aguda crisis por la que atravesaba el fútbol argentino. No hubo descensos porque fueron

anulados.

Un 16 de septiembre de 1973 a pesar de perder en el “Palacio” Tomás Adolfo Ducó frente

a Gimnasia el equipo de César Luis Menotti se consagraba CAMPEÓN, aunque para

festejar formalmente tuvo que esperar las dos fechas que faltaban para terminar el

campeonato. Es así como en la 34ª, fecha -como se adelantó jugada el 30 de septiembre

de 1973 en Parque Patricios empató: Huracán 2 (Eduardo Enrique Quiroga y Omar Rubén

Larrosa), Boca Juniors 2 (Hugo Alberto Curioni 2).

Termina obteniendo 46 puntos a lo largo de las treinta y dos fechas, fruto de 19 partidos

ganados, 8 empatados y 5 perdidos con 62 goles a favor y 30 en contra, siendo la valla

menos vencida, un equipo que maravillaba al mundo del fútbol por su juego.

Con este campeonato el Club Atlético Huracán fue el primero en ganar un torneo

Metropolitano y clasificar para la Copa Libertadores.

El plantel:

Héctor Jorge Roganti; Nelson Pedro Chabay; Jorge Carrascosa; Omar Rubén Larrosa;

Francisco Faustino Russo; Alfio Basile; Daniel Alberto Buglione; René Orlando

Houseman; Carlos Alberto Babington; Carlos Alberto Leone; Roque Alberto Avallay;

Miguel Ángel Brindisi; Eduardo Enrique Quiroga; Francisco del Valle; José Rubén Scalise;

Edgardo Luis Cantú; Julio Cesar Tello; Rubén Alberto Ríos; Angel Carlos Tolisano; Adolfo

Kerikian; Alberto Luis Fanesi; Alfonso Dante Roma; Luis Alberto Ceballos. DT César Luis

Menotti.

Posiciones Finales: Huracán 46 puntos; Boca Juniors 42; San Lorenzo 40; Independiente

38; River Plate 37; Vélez Sarsfield 34; Estudiantes de La Plata y Rosario Central 33;


Atlanta 32; Argentinos Juniors 31; Gimnasia y Esgrima La Plata y Racing Club 30;

Chacarita Juniors 27; Newell’s Old Boys 26; Colón 24; All Boys 20 y Ferro Carril Oeste 19.

A Huracán del ‘73 será difícil olvidarlo. No sólo por el Pueblo Quemero sino por los

amantes del fútbol en general.

lunes, 28 de septiembre de 2020

29 DE SEPTIEMBRE DE 2003: EN JUBILACIONES, HABILITAN EL TRASPASO DESDE LAS AFJP AL REGIMEN DE REPARTO por Daniel Chiarenza


Los aportantes al régimen jubilatorio estaban cautivos. Los cambios continuaban en

debate. El jefe de Gabinete anticipó que los afiliados tendrán la libertad -inhibida hasta

allí- para dejar la AFJP y pasarse al régimen de reparto (público).

El Gobierno Nacional admitió que analizó en el sistema previsional posibilitar a los

afiliados a AFJP de pasarse al sistema público. “Si estamos en un sistema de libertades

en el mercado, también la gente tiene que tener la libertad de movimiento”, dijo Alberto

Fernández, jefe de Gabinete. Y, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, criticó

negativamente a las administradoras de fondos de jubilación: “quienes están en el

régimen de reparto van a tener una jubilación justa y quienes estén afiliados a una AFJP

van a tener que ejercer sus derechos frente a aquellos que se comprometieron a manejar

responsablemente sus ahorros”.

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quería ser recibido por el presidente de la Nación,

para tratar el futuro del régimen previsional. Alfredo Conte Grand, secretario de Seguridad

Social, ingenió un proyecto de unificación entre el sistema de capitalización y el de reparto

para lograr un “sistema mixto”. Esta última propuesta fue desechada.

Los cercanos a Kirchner afirman que éste es un debate que recién empieza. Resta una

larga discusión acerca de cuál será el sistema más conveniente, pero dicen que “cuando

el tema llegue al Congreso, será a través de un proyecto que no constituirá una reforma

menor sino que irá a fondo”.

Alberto Fernández redujo las expectativas sobre una inmediata reforma previsional. El

gobierno adoptará una actitud “prudente” antes de introducir reformas al sistema, y

subrayó que el sistema de reparto presenta “ventajas y desventajas” que es preciso

evaluar. Pero consideró que “debiera establecerse algún sistema que dé libertad” a los

cautivos de las AFJP, los que no podían volver al sistema de reparto. Lavagna insistió en

mantener un discurso de confrontación con las AFJP y les recordó que “no están sólo

para cobrar comisiones; si no hicieron correctamente las inversiones tendrán que

recapitalizarse para asegurar lo que prometieron a sus afiliados”.

La discusión llegó a la Justicia de la mano del doctor Ricardo Monner Sans, que radicó

una denuncia penal para que los tribunales investiguen si algunos funcionarios y las AFJP

cometieron o no delitos en el manejo de los ahorros previsionales de los trabajadores. Los

exfuncionarios a los que pide citar incluyen al expresidente De la Rúa y al exministro de

Economía Domingo Cavallo, y a dos integrantes del actual gobierno, Alberto Fernández y

Juan González Gaviola. Fernández en calidad de exsuperintendente de Seguros y porque

fue “uno de los que trabajó en el proyecto de ley que creó las AFJP”. El segundo, como

diputado nacional “se opuso a la ley y logró incluir que la AFJP Nación diera una garantía

de rentabilidad real”. Consideró que ambos “podrían aportar jugosa información” sobre los

orígenes del sistema.

Monner Sans dice que “la investigación debe ser integral” para “analizar la conducta de

los funcionarios que se ‘distrajeron’, ‘silenciaron’ o ‘impusieron’ criterios a contrapié de las

normas del Código Penal” y adelantó que “se investigará la responsabilidad penal de

quienes pudieron haber dictado las normas que obligaron a las AFJP” a suscribir Letras

del Tesoro; si al hacerlo “se ha respetado que el máximo de los títulos públicos emitidos

por la Nación en los que podían invertir las AFJP es del 50% del total del activo del fondo”

y, en caso negativo, “por qué y qué actitudes han tomado los organismos de control” en

distintas épocas. El responsable del área de Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo de

la Ciudad, Eugenio Semino, también volvió sobre los orígenes del actual sistema. Pidió

repatriar a Cavallo para que dé explicaciones sobre el sistema de capitalización y su

funcionamiento. “Cavallo es el responsable de haber hipotecado el ingreso de los futuros

jubilados con la creación de las AFJP”.

28 DE SEPTIEMBRE DE 2010: UNA MULTITUD SE CONCENTRA FRENTE AL EDIFICIO DE TRIBUNALES PARA RECLAMARLE A LA CORTE LA PLENA VIGENCIA DE LA LEY DE SERVICIOS DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL por Daniel Chiarenza



La Coalición por una Radiodifusión Democrática convocó en Tribunales a entidades de Derechos Humanos, dirigentes políticos y sociales, para reclamar que la Corte Suprema de Justicia no frene la aplicación de la nueva Ley.

Una multitud se reunió para exigir “la plena vigencia de la Ley de Servicios de

Comunicación Audiovisual”. “Tenemos que hablarle a los señores de la Justicia […] que

son parte de este pueblo, y no se debe tardar en resolver problemas”, dijo Estela de

Carlotto. Pedían a la Corte la aplicación del art. 161 que emplaza al monopolio a

desinvertir y adecuarse a la nueva ley en un año, existiendo una cautelar presentada por

el Grupo Clarín. La CSJ indicó que ella no es “ni oficialista ni opositora” y que las marchas

“tienen influencia cero” en sus decisiones (aunque lo que es influenciante es el cohecho

practicado por Clarín para comprar a voluntades de “la Justicia”).

Una multitud desbordaba la Plaza Lavalle reclamando ante la Corte la vigencia total de la

LSCA; Estela Carlotto señaló que si los jueces “tuvieran conciencia la ley ya estaría

plenamente en vigencia” y lo que ellas sufrieron “hace 25 años que los distintos gobiernos

constitucionales nos garantizan el nunca más”, objetando que “la justicia tardía no es

justicia”. “Que actúen, que se apuren a poner en órbita leyes como ésta que sirven para

poder informar y no desinformar”.

“Se debe acabar con la impunidad de los poderosos en este país. Se debe acabar con los

grupos económicos concentrados que mediante trampas y argumentaciones leguleyas

quieren violar la ley”, dijo el presidente del Foro Argentino de Radios Comunitarias e

integrante de la Coalición Néstor Busso. Éste es el vocero del grupo que lucha para

“cambiar la matriz de la comunicación en el país” refiriéndose a la ley de radiodifusión

vigente desde la dictadura y que perdió validez a inicios del mes cuando la nueva ley de

SCA comenzó a regir. En el 2004 la Coalición presentó una lista de 21 puntos básicos por

el derecho a la comunicación que motorizaron los foros realizados en todo el país como

parte del proceso de elaboración de la ley que, finalmente, fue sancionada en octubre de

2009 por el Congreso.

“Los monopolios insisten en decirle no a un nuevo modelo cultural más inclusivo”, aseveró

el presidente del Sistema de Medios Públicos, Tristán Bauer, que recordó “el proceso

continental que se está viviendo y es imparable: en Brasil, Ecuador, Venezuela existe un

proceso parecido y el debate sobre los medios forma parte de la construcción cotidiana”.

En el escenario había carpas donde funcionó la radio que Farco montó para transmitir en

directo el acto. El titular de la AFSCA, Mariotto, dijo a la prensa que “no se puede vivir en

el pleno ejercicio de la libertad de expresión porque hay poderes establecidos en el país,

grupos concentrados y monopólicos que encuentran en la justicia resortes de una

industria de medidas cautelares que impiden la aplicación. Lo que tiene el pueblo como

única herramienta es salir a expresar que la ley tiene que ser igual para todos”.

El secretario general de la UEJN, Piumato, dijo que “si se democratizan los medios, se

acaba la impunidad, vamos a saber quién es quién” y acusó al P. Judicial de “ser un poder

dependiente de los poderes económicos que manejan los medios y que armaron los

brazos genocidas de la dictadura”. También denunció que “el fallo (del amparo) ni siquiera

lo redactaron los jueces que los firmaron” y agregó que el P. J. “nuevamente aparece

funcional a estos poderes económicos, frenando una ley que significa más derechos para

los argentinos”.

El cierre lo dio Hebe de Bonafini. Ella dijo que “a los turros de la Suprema Corte queremos

decirles: alguna vez piensen en el pueblo que está en la calle” y les pidió a los

movilizados que “no dejemos la calle porque la calle es nuestra. Hagamos una marcha

por mes y arranquémosle a la Corte la ley” y acusó a los magistrados de recibir “sobres

con plata”. Finalizó Teresa Parodi, cantó el Himno Nacional junto a la multitud.

sábado, 26 de septiembre de 2020

27 DE SEPTIEMBRE DE 1974: SECUESTRO Y ASESINATO DE SILVIO FRONDIZI por Daniel Chiarenza


Silvio Frondizi nació en Paso de los Libres, Corrientes, el 1º de enero de 1907. 

Se destacó como gran intelectual argentino. Siendo joven se abocó al estudio sistemático del marxismo. Se recibió de abogado. Fundador de Praxis y Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR-Praxis). Hermano del expresidente argentino Arturo Frondizi (UCRI)

y del filósofo Risieri Frondizi. Vinculado a la Revolución Cubana, se entrevistó allí con

Ernesto "Che" Guevara. Relacionado con el PRT, defendió a sus presos políticos.

Asesinado en Buenos Aires por la Triple A, dirigida por el ministro José López Rega.

Silvio realizó un análisis muy importante de "El peronismo", del cual -gracias a los

compañeros de El Ortiba- podemos leer la nota introductoria que escribe Néstor Kohan:

"¿El peronismo es fascismo? ¿O tal vez constituye un movimiento revolucionario,

nacional-popular, de orientación socialista? ¿Cómo entender al peronismo más allá del

individuo Juan Domingo Perón? En este artículo el sociólogo marxista Silvio Frondizi

(asesinado por la Alianza Anticomunista Argentina-AAA) intenta descifrar la incógnita.

El sociólogo marxista argentino Silvio Frondizi (1907-1974) saludó calurosamente desde

sus inicios la revolución cubana. Incluso viajó a Cuba y a su regreso escribió La

revolución cubana. Su significación histórica (diciembre de 1960). Su libro se abre

planteando que 'La revolución cubana ha destruido definitivamente el esquema reformista

y, más concretamente, el esquema reaccionario del determinismo, casi fatalismo

geopolítico [...]'. El mismo texto se cierra sosteniendo la misma idea: 'La revolución

cubana tiene como significación histórica fundamental, la de haber roto definitivamente

«con el esquema reformista, y en particular con el estúpido determinismo, casi fatalismo

geopolítico»'.

Junto a su texto sobre Cuba, Silvio Frondizi escribió muchos otros libros, entre los que se

destacan La integración mundial del capitalismo (1947); El Estado moderno (1954) y La

realidad argentina (dos tomos, 1955-56).

Además de sus ensayos y sus clases, Silvio fue también abogado de los combatientes

revolucionarios que enfrentaron a la dictadura militar argentina de 1966 a 1973. En esos

años se vincula al Partido Revolucionario de los Trabajadores y a su frente político de

masas, el Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS).

Todo eso le vale el odio sanguinario de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A),

organización terrorista paramilitar de extrema derecha que lo secuestra y lo asesina por la

espalda en 1974 acusándolo de "comunista y bolchevique, fundador del ERP e infiltrador

de ideas comunistas en nuestra juventud".

Según el testimonio del viejo dirigente político peronista y exministro de Comercio Exterior

del General Perón y ministro de Economía de María Estela Martínez, Antonio Cafiero:

"Perón e Isabel sabían que la Triple A eliminaba gente" (declaraciones al diario CLARÍN,

Buenos Aires, 22 de abril de 2007)".

En su despacho de la calle Corrientes al 1300, en los altos de La Armonía, Silvio Frondizi

entreabre la puerta con un gesto de bonhomía. "¿Una entrevista con PANORAMA? Sí,

como no". Al iniciar el diálogo las cejas le asoman por encima de los gruesos anteojos,

delatando un gesto de contrariedad. "Ah, es por Meneses", murmura. Sin agregar palabra,

revuelve los papeles del escritorio y muestra un abultado curriculum vitae. "¿Le parece

que yo puedo hablar de Meneses? ¿Por qué no me hace un reportaje sobre política?

Estoy por publicar un libro sobre la influencia del marxismo en el catolicismo. Le aseguro

que va a causar sensación". Se arrellana en su asiento. De espaldas a la biblioteca de

viejos mamotretos jurídicos, su figura remeda curiosamente a la de Fausto en el gabinete

de Wittemberg. Su voz es clara, impaciente. "¿Meneses? Lo vi una sola vez. Hablamos

unos minutos y se despidió. Creo que ha pasado a disponibilidad. Usted sabe lo que

ocurre con los militares y policías que están en esa situación. No creo que sea correcto

caerle encima...".