Faltaba superar el último escollo. El Congreso Nacional de Chile decidiría en definitiva la
elección del presidente. Establecido por la Constitución porque ningún candidato obtuvo la
mayoría absoluta. Eso, en circunstancias anteriores, hubiera sido una mera formalidad.
Ahora se transformaba en un instituto decisivo de lucha política. La sesión del Congreso
se realizó el 24 de octubre. La derecha lanzó desembozadamente su propuesta de
impedir el acceso de Allende al gobierno. La democracia cristiana (DC), que había
proclamado su decisión de apoyar al candidato triunfante, parecía retroceder. Finalmente
condicionó su apoyo a Allende. Exigía un pacto “pacto de garantías democráticas”:
compromiso de la Unidad Popular (UP) de respetar la autonomía universitaria; que las
fuerzas armadas siguieran siendo un cuerpo profesional; absoluta libertad de prensa y
respeto a la expresión popular mediante el voto en elecciones libres.
El Comando de la UP, con el acuerdo de Salvador allende, manifestó su conformidad ante
el planteo de la DC. La decisión allanaba indudablemente el camino hacia el gobierno. “La
determinación se tomó –dice una declaración de la UP- porque ella corresponde a
nuestras permanentes concepciones y propósitos de velar por los principios democráticos
más amplios, así como la de cumplir con el programa planteado al pueblo”. Sobre esta
base, la DC acordó su pleno apoyo al resultado de la elección del 4 de septiembre de
1970. Estos eran los aspectos formales de la cuestión, sin embargo. Por abajo, oscuros
intereses se movían con un plan para impedir el acceso al gobierno de la UP.
La gestación de un golpe se olía en el aire. Una ola de atentados terroristas sacudía al
país. La respuesta de la UP fue agresiva. Allende amenazó con “paralizar el país, desde
Arica hasta Magallanes, con una huelga general”, si el Congreso lo desplazaba, “los
campesinos ocuparán las tierras, los obreros las fábricas, los maestros las escuelas, los
empleados públicos sus oficinas”, manifestó a fines de septiembre en una concentración
popular en Concepción, al sur del país.
El 22 de octubre, dos días antes de la sesión del Congreso Nacional, la reacción apelaba
a un recurso desesperado e inútil. El general René Schneider, comandante en jefe del
Ejército, era baleado a mansalva.
El Siglo, diario del Partido Comunista, denunció inmediatamente a la CIA como
responsable del atentado. Era evidente el propósito de precipitar un golpe militar que
anulara el proceso electoral. La Junta de comandantes en jefe, tras una prolongada
reunión, dio a conocer una declaración: “La Junta de comandantes en jefe, reunida
extraordinariamente hoy y presidida por el señor ministro de Defensa Nacional, acuerda
condenar y repudiar con la máxima energía el cobarde atentado de que ha sido víctima el
comandante en jefe del Ejército, general René Schneider”. Más adelante: “Advierte a toda
la ciudadanía que acciones tan viles como ésta no harán variar su reiterada y permanente
actitud de cumplimiento cabal de su misión”.
La situación era realmente dramática, y el fantasma del golpe de Estado era algo más que
un espectro, como habría de poner en descubierto la investigación posterior. El general
Viaux y varios oficiales retirados (y algunos en actividad) habían participado directamente
en la preparación del atentado. Pero el intento desesperado fue inútil. La avalancha de la
voluntad popular era imparable.
El 24 de octubre el Congreso consagró presidente a Salvador Allende: 135 votos a favor y
35 en contra. El anuncio del resultado fue celebrado estruendosamente. La sala del
Congreso escuchó el grito del diputado socialista Mario Palestro: “¡Viva Chile, mierda!”,
coreado con entusiasmo por los presentes. Allende, informado oficialmente de su victoria,
declaró a la prensa: Tengo que agradecer el sacrificio enorme de tantas mujeres y
hombres que hicieron posible mi elección. Tenemos ahora la obligación de crear una
nueva sociedad, una nueva conciencia… Esta fue una victoria del pueblo”.
Viva Chile!!!!! Viva Allende querido!!!!!
ResponderEliminarViva Chile!!! Viva Allende querido!!
ResponderEliminarViva Chile, su pueblo,con el mejor de los recuerdos y concreción de la continuidad del pensamiento de Salvador Allende...!!!��✌️✌️✌️��
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