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martes, 6 de octubre de 2020

7 DE OCTUBRE DE 1974: DERROCAMIENTO DEL GOBERNADOR LEGÍTIMO DE SANTA CRUZ, JORGE CEPERNIC, por Daniel Chiarenza


Nació el 23 de febrero de 1915 en Río Gallegos. De niño observó la vastedad del paisaje patagónico, la esquila como actividad excluyente, peones explotados por patrones ingleses. 

Durante su infancia es testigo de la masacre de los obreros rurales patagónicos en 1921, cumplida con eficiencia prusiana por el coronel Héctor Benigno Varela. 

Jorgito recordaba los dirigentes obreros de antaño comprando en la verdulería de su padre; luego vio los ataúdes de los fusilados desfilar bajo el viento austral y la indignación ante el desfile triunfal de los represores.

Militó a tiempo pleno en aquel peronismo de la resistencia que surge después del golpe

del 55. Nombrado por Perón, desde el exilio, fue el jefe único del PJ santacruceño.

Candidato a gobernador de Santa Cruz, el 11 de marzo de 1973 fue elegido en ese cargo

-junto al presidente Cámpora- por el voto popular, y se mantuvo en funciones hasta su

derrocamiento –siendo disimulado bajo la figura de la “intervención federal”- el 7 de

octubre de 1974 durante el gobierno de Isabel Martínez y López Rega. Cepernic fue

reemplazado por Pedro Saffore.

A Cepernic, histórico dirigente del peronismo, se lo acusó de estar ligado a la Tendencia

Revolucionaria. Siempre mostró un autenticismo popular pocas veces visto, en la

Patagonia, en épocas en que los inviernos parecían más gélidos y las distancias

inalcanzables. Tiempos ingratos de la política argentina y Cepernic fue víctima de esa

ingratitud para con el patriarca que quiere tanto a su suelo natal. “Galopiador contra el

viento” diría don Atahualpa, pues mientras fue gobernador de su provincia se enfrentó al

temido binomio antipopular de “Isabelita” y del errático gobernante, el “Brujo” José López

Rega.

Sus medidas de gobierno proyectaron la expropiación de uno de las mayores extensiones

de la Patagonia, por entonces en manos de la Sheep Farming Company, propiedad de la

corona británica y, por generalización, de su majestad Isabel II. Le censuró la idea la

derecha partidaria y los terratenientes de su provincia.

Tras su derrocamiento, el gobernador constitucional fue arrestado en Buenos Aires.

Aunque se las arregló para fundar con otros compañeros una escisión de aquel

peronismo pos Perón: el Partido Peronista Auténtico (PPA), vinculado al Peronismo

Revolucionario y a los grupos político-militares subterráneos.

En la dictadura cívico-militar, con otros militantes populares, estuvo preso en el penal de

Magdalena durante cinco años a disposición del poder ejecutivo nacional por ser

permisivo con la filmación de la película La Patagonia Rebelde en el territorio que

gobernaba, donde otorgó un crédito para su realización y recomendó sitios de la provincia

de Santa Cruz para las tomas exteriores.

La causa de su persecución no es simple. Hay personas que al tener una esencia

revolucionaria -reconocible en varias dimensiones- son molestas para los genocidas por el

solo hecho de existir.

Estuvo preso junto con su familia en su propia Estancia cercana a El Calafate, donde

fueron custodiados por tres policías. Como a su familia únicamente se le permitía recibir

visitas de familiares directos, una madrugada Jorge se escapó por la ventana y a caballo

se dirigió hasta la comisaría, en donde esperó que el comisario viniera y le exigió ser

trasladado a una comisaría para que su familia no siguiera siendo víctima de su condena

al ostracismo.

Integró, desde su misma fundación, el Grupo Calafate, que impulsó la candidatura de

Néstor Kirchner.

El domingo 18 de julio de 2010, Jorge Cepernic –el siempre distinguido vecino de Río

Gallegos- falleció en su entrañable ciudad a la edad de 95 años. Ese mismo día, el

entonces gobernador de la provincia de Santa Cruz Daniel Peralta declaró tres días de

duelo provincial. Poco tiempo después que partiera de gira a la inmortalidad, murió su

compañera de vida, Sofía Vicic, con quien se había casado el 21 de junio de 1943, 17


días después de la revolución que alentaría y haría conocer a aquel Coronel del pueblo,

del cual sería tan leal.

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