El deterioro del menemismo gobernante se acrecienta. En enero del 97 había sido
asesinado y calcinado el periodista José Luis Cabezas, quien había tomado fotos del
empresario Alfredo Yabrán, dedicado a sostener una puja relacionada por el control del
Correo, y denunciado por Cavallo como mafioso. El economista Carlos Rodríguez, asesor
del ministro de la cartera Fernández, declara: “En Argentina es mucho más grave la
evasión de los pequeños que la de los grandes […]”. El ministro declara, entonces, que no
le preocupa la inequidad social y “que los muy ricos suelen ser beneficiosos para los muy
pobres”. En Cutralcó y Plaza Huincul siguen los piquetes de los movimientos sociales, los
que son reprimidos el 12 de abril, ocasionando la muerte de Teresa Rodríguez, una
empleada doméstica de 25 años. Los docentes instalaban la Carpa Blanca frente al
Congreso Nacional como protesta. En julio de 1997, el menemismo privatiza el Banco
Hipotecario.
A pesar de que tiempo atrás se produjo un conflicto en el Frepaso (Frente País Solidario),
retirándose el grupo de Bordón, la nueva alianza crece, siendo detectada por gran parte
de la sociedad como el instrumento idóneo para disputarle el poder al menemismo. El
Frepaso animaba porque había tenido un buen inicio en las elecciones de 1995, aunque
se vio en una difícil situación cuando en 1996 el excandidato presidencial Bordón presionó
para que el exministro menemista Gustavo Béliz fuera el candidato a Jefe de Gobierno
para la ciudad autónoma de Buenos Aires. El Frente Grande no lo aceptó porque ya
estaba estipulado que el candidato sería el socialista Norberto Laporta, por lo que Bordón
–como se dijo- dejó el Frepaso y renunció a su banca en el Senado, que pasó a ser
ocupada por un justicialista.
Por tratarse de una fuerza nueva, que aún no lograba estructurarse en todo el país, sus dirigentes más moderados consideraron que convenía concertar una alianza con el abatido radicalismo; creyeron que sin una unión entre el partido centenario y el frepasismo no se podía vencer electoralmente a “eso” que algunos continuaban llamando “peronismo”.
A mediados de año comienzan las tratativas y el 9 de agosto se lanza “la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación”, concretada entre la UCR y el Frepaso.
En la Capital Federal las elecciones para estatuyentes (con el objeto de redactar el Estatuto de la Ciudad Autónoma) fueron ganadas por el Frepaso, pero para Jefe de Gobierno triunfó el radical Fernando de la Rúa.
En medio de la campaña electoral, la prensa del sistema no otorga la debida importancia
al deceso de uno de los más grandes plásticos argentinos: Ricardo Carpani.
El 26 de octubre se efectúan elecciones legislativas en todo el país: la Alianza alcanza el
46% de los votos y el partido Justicialista sólo el 36%. En Capital Federal el resultado es
contundente: Alianza 57%, justicialismo: 18%, cavallismo 17%. En la provincia de Buenos
Aires, Graciela Fernández Meijide derrota a la esposa del gobernador Duhalde, “Chiche”
González por 3.275.000 votos contra 2.800.000, sin embargo, el “oficialismo” logra triunfar
en Santa Cruz, San Luis, Formosa, La Rioja, Salta, Jujuy, La Pampa y Santiago del
Estero. En la ciudad de Buenos Aires se observa que el partido de Cavallo –“Acción para
la República”- supera en votos al menemismo en Recoleta, Belgrano y otros barrios de la
oligarquía.
Esta situación pone nervioso a Eduardo Duhalde, que quiere ser presidente de la Nación;
como “futuro presidente” había hecho ya su presentación en algunos círculos
estadounidenses.
El que insistió fue el presidente Menem, trataba de imponer la re-reelección con varias
estrategias, rechazadas por la dirigencia política oficial y opositora como
inconstitucionales. Duhalde, por ejemplo, acusó a Menem de poner al país en riesgo
institucional, y convocó a una consulta en su provincia para septiembre de 1998 como
elemento de presión. No se llevó a cabo porque Menem anunció que no intentaría
imponer por iniciativa popular la nueva reelección.
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