Nace en Polonia el 14 de abril de 1916. A los 14 años vino a la Argentina y se afincó con su familia en Tucumán. Adquiere la nacionalidad argentina (1949). Antes, se traslada a Catamarca y se dedica al comercio. Manifiesta, desde joven, inquietudes políticas, manteniendo vínculos con el radicalismo y con el partido comunista.
Elegido delegado por la Cámara de Comercio de Catamarca (1942). En 1945 pasa a ser presidente de la Federación Económica de Tucumán.
Se alineó a la Unión Democrática (1946) y recién en 1950 se vinculó a Perón. Obtuvo un
premio de lotería, amplió sus actividades y logró ser industrial. A fines de 1951 se suma a
un negocio de los Madanes: neumáticos FATE.
El presidente Perón se preocupa por cohesionar a los empresarios nacionales, los instaba
a que se organicen gremialmente, este será el origen de la Confederación General
Económica (CGE); tendría personería en diciembre de 1953. Gelbard es el dirigente más
importante.
Perón intuye que se trata de un nuevo Miguel Miranda y lo invita a reuniones de gabinete,
porque entiende que la pata empresarial es parte de la “comunidad organizada”.
Se realiza el Congreso de la Productividad, la CGE más la CGT (marzo de 1955). Gelbard
es un “burgués nacional” -al decir de María Seoane- con lucidez para entender el Pacto
Social con los trabajadores y el gobierno debía proteger con tarifas aduaneras y créditos
baratos, pero con la capacidad de pedir mayor productividad, entendiendo ambas partes
el objetivo social de la propiedad.
Luego del golpe de Estado los empresarios nacionales sufren la discriminación de los
viejos poderes conservadores. Aramburu disuelve la CGE, los bienes de Gelbard son
intervenidos y es inhabilitado. Se levanta la interdicción y la posibilidad de volver a ejercer
actividades con el gobierno de Frondizi (1958).
Se vincula al gobierno del general Lanusse y avanza en la marcha de ALUAR en el sur.
Visita a Perón y a Lanusse con el objeto de mediar en las negociaciones políticas. En
1973 Cámpora triunfa en las elecciones y lo designa ministro de Economía.
Revitaliza la óptica de la política económica de 1946, impulsando la industria,
desplazando recursos del campo, establece precios máximos a los productos
agropecuarios y regula la comercialización de las carnes, y además pretende controlar la
inflación y establecer el pacto social entre empresarios y sindicatos. Se esfuerza por
renacionalizar Bancos, restablecer “Juntas” de control del comercio exterior y formar
corporación de empresas estatales, al tiempo que se retorna a la nacionalización.
Motoriza el Plan Trienal. Gelbard expresa la necesidad de “generar una nueva distribución
del ingreso nacional y un desarrollo económico no sujeto a la dependencia externa”.
Continúa: “Los empresarios nacionales queremos un país sin centralismo, con todas sus
regiones en expansión plena, como medio para crear un mercado interno constituido por
las necesidades reales de 24 millones de habitantes, un agro altamente tecnificado y sus
industrias básicas y manufacturas desarrolladas intensivamente. Todo ello en un marco
de políticas con sentido nacional, elaboradas con participación de todos los sectores
sociales, orientadas hacia un mayor equilibrio y bienestar social y celosas guardianas de
la independencia del país para adoptar sus propias decisiones”.
Perón asume su tercera presidencia –octubre de 1973- y lo confirma a Gelbard como
ministro de Economía. Entre 1973 y 1974 su gestión se caracteriza por la “inflación cero”,
la apertura hacia países socialistas y la ruptura del bloqueo económico de Estados Unidos
a Cuba a través del envío de rodados y el otorgamiento de crédito. En lo agrario, su
equipo (Giberti) elabora la Ley de Impuesto a la Renta Normal Potencial de la Tierra.
Fallece el 4 de octubre de 1977. Con posterioridad, al reinstalarse la democracia “de
mercado” -período de Alfonsín- se le devuelve la ciudadanía. Luego, en el gobierno de
Menem, su hijo (un extraordinario músico) Fernando recupera los bienes interdictos.
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