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viernes, 2 de octubre de 2020

3 DE OCTUBRE DE 2012: UN JUEZ DE GHANA RETIENE LA FRAGATA LIBERTAD POR UN EMBARGO DICTADO A FAVOR DE LOS FONDOS BUITRE por Daniel Chiarenza


Desde hacía casi 48 hs. (y coincidiendo con la fecha de la efeméride) que el buque-escuela Fragata Libertad de la Armada República Argentina (ARA) se encontraba secuestrado y paralizado por la Justicia de la africana nación de Ghana. Es cuando el gobierno nacional argentino presentó un recurso ante la Corte de Justicia de aquel lejano país para que liberara en forma urgente a la embarcación de bandera argentina.

Allí, el día 5 de octubre, las autoridades nacionales reclaman a Ghana por la liberación

inmediata de la histórica e instructiva Fragata. La Argentina pretende desarticular otra

tentativa de presión por parte de los “fondos buitre”, que generaron la denuncia –desde

todo punto de vista controvertible según el derecho internacional, tanto público como

privado- que terminó paralizando a la fragata "ARA-Libertad" en el puerto ghanés.

El gobierno nacional presentó en las horas siguientes a la incautación del patrimonio

nacional flotante un recurso ante la Corte Suprema de Justicia de Ghana para que ese

país libere a la emblemática Fragata Libertad, que se encuentra retenida en el Puerto de

Tema (de ahí que nuestra empecinada insistencia, se convirtió en una añagaza

“temática”) debido a un reclamo presentado extemporáneamente por “fondos buitre” que

se negaron (en una proporción del 7% del total de deuda negociable) a entrar en los

canjes de deuda argentina, según nuestra soberana decisión económica-financiera del

“desendeudamiento” para consolidar la capitalización, la reserva y el ahorro nacional.

El buque símbolo de la Nación Argentina fue incautado en la noche del 2 al 3 de octubre

por una orden de la Corte tras un recurso presentado por acreedores de Buenos Aires, a

los cuales la Cancillería argentina calificó de "inescrupulosos financistas" que violan las

convenciones internacionales y retroalimentan su condición de cipayos al servicio del

capitalismo imperialista.

Ace Ankomah, abogado de uno de los bonistas, NML Capital -el fondo que presentó el

recurso en Ghana- indicó que acordaron una audiencia para el martes 9 de octubre en la

división comercial de la Alta Corte de Accra (mayor ciudad de Ghana y su capital desde

1877). "Presentaron un recurso para anular el nuestro";, indicó.

La Argentina acusó a NML Capital de preparar un fraude en la Corte de Ghana, mientras

que Ankomah indicó que el buque podrá ser liberado una vez que se pague lo que ellos

reclaman. "Si pagan mañana, el buque se podrá ir";, dijo el facineroso abogado de los

fondos buitre.

Entre 2005 y 2010, la Argentina refinanció y normalizó con acreedores un 93% de la

deuda declarada en  default  en 2001 (en la tristemente célebre semana gobernada por

Adolfo Rodríguez Saa), por casi 100 mil millones de dólares, pero quedó un remanente de

bonos en manos de fondos especulativos que apuestan a recuperar el 100% más

intereses litigando en cualquier tribunal.

"El Grupo NML pertenece al especulador internacional Paul Singer y es el principal

financista del lobby que opera en la justicia y el Congreso de los Estados Unidos con el

nombre   (Grupo de Tareas Argentina) para perjudicar a nuestro país", sostuvo esta

semana el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino.

La Cancillería argentina añadió que "los fondos buitre han cruzado un nuevo límite en sus

ataques a la Argentina". El tema es de compleja resolución porque las autoridades del

puerto dijeron en Accra que estaban simplemente cumpliendo con una orden de la

justicia.

Por su parte, el gobierno argentino que conduce idóneamente la presidenta Cristina

Fernández de Kirchner, afirmó que la medida implementada por Ghana "es violatoria de la

Convención de Viena sobre inmunidad diplomática".

La posición de la Argentina con respecto a los “fondos buitre” –tanto desde la cancillería

como en los discursos internacionales de la presidenta de la Nación en los organismos

multilaterales– ha sido inflexible, a pesar del potente lobby internacional que los bonistas

especuladores intentan hacer para cobrar por los bonos impagos.

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